A lo largo de nuestra vida nos podemos encontrar con personas que recurren al chantaje emocional para conseguir que hagamos lo que ellos quieren. Normalmente se encuentran en nuestro círculo más cercano, dependemos de ellos y no queremos aceptar que nos están haciendo daño pero, ¿cómo saber si se sufre chantaje emocional?
¡Estás en el sitio indicado si quieres descubrirlo todo sobre los chantajistas emocionales y cómo superarlos!
¡Pincha en lo que más te interese!
¿Qué es el chantaje emocional?
El chantajista emocional es esa persona que, para lograr sus objetivos, manipula a los demás y les hace sentir mal si no cumplen lo que quiere que hagan por él. Atacan donde más duele, minando tu autoestima y haciéndote, de alguna forma, dependiente de ellos. El objetivo al final es ganar poder en la relación sometiendo al otro.
El chantaje emocional una forma de maltrato psicológico, por lo que puede dejar huellas muy profundas en nuestra personalidad, minando nuestra autoestima y haciéndonos sentir indefensos y frustrados.
Por esta razón es tan importante conocer a fondo el chantaje emocional, porque nos afecta interiormente y puede llegar a cambiar nuestra percepción del mundo.
Cualquier persona es capaz de manipular a otra, pero normalmente el chantaje emocional suele darse en personas egoístas, maquiavélicas, con baja autoestima y muy cercanas a nosotros. Muchas veces el chantaje emocional se produce simplemente en un momento clave, como un divorcio o la pérdida de un trabajo.
Ejemplos de chantaje emocional
“Si me quisieras de verdad no lo harías”, “tú verás lo que haces” o “no me pidas ayuda cuando la necesites” son ejemplos de chantaje emocional que todos hemos vivido – o usado – en algún momento.
La manipulación emocional se produce de muchas maneras, aunque el chantajista normalmente cambia de técnica a menudo. A continuación, te mostramos los tipos de chantaje emocional más comunes.
Presión o amenaza
“Si no lo haces te dejo” es una frase que muestra perfectamente este tipo de chantaje. Si no cumples sus objetivos, habrá un castigo que no deseas. Como el castigo es peor que cumplir lo que te manda, acabas por obedecer. Si ven que su estrategia es inútil, probablemente dejen de usarla.
Estas amenazas pueden llegar a volverse extremas, con el uso de frases como “si me dejas me muero”, donde el castigo ya no te lo infligen a ti. Acuden entonces al autocastigo para influenciarte.
Hacerte sentir culpable
Es más sutil, y reside en hacernos quedar como los malos si no obedecemos. Básicamente, te hacen sentir culpable con frases como “mira todo lo que he hecho por ti” o “eso es que ya no me quieres”. Al final acabas por cumplir sus órdenes porque sientes que, de alguna forma, se lo debes.
Confundirte y deformar la situación
Dará la vuelta a la situación hasta que él tenga la razón, haciéndote sentir que sólo él está en posesión de la verdad. Si tomas una decisión que no considera correcta acabará por echártelo en cara, ya que “sabrá mejor que tú qué debes hacer”. Muchas veces se justifica con frases como “es por tu bien” o “yo soy más experimentado, así que sé mejor lo que hay que hacer”.
Convencerte con regalos
Igual que se le dice a un niño que si se porta bien obtendrá una recompensa, el chantajista emocional juega con lo que deseas para que cumplas lo que te ordena. Es más, el ejemplo dado también cuenta como chantaje emocionalmente. Hay que tener en cuenta que, aunque nos agasajen con regalos, eso no significa que tengamos que devolvérselo cumpliendo lo que nos piden.
Chantaje emocional en la pareja
El silencio, las amenazas o una actitud victimista pueden ser una muestra de manipulación emocional en la pareja. Muchas veces la causa la producen unos celos desmedidos, o las ganas de dominar por completo al otro, hasta que el chantajista sienta que sólo le perteneces a él.
Por desgracia, este tipo de manipulación en la pareja es más común de lo que creemos y puede desencadenar problemas más graves.
“Si me dejas, me muero”, “eso es que no me quieres lo suficiente”, “prometo que cambiaré”… Son algunas de las muchas frases que pueden aparecer cuando se realiza el chantaje emocional en la pareja. A veces el chantajista no lo realiza conscientemente, pero eso no significa que no esté dañando la relación.
Hay casos donde se puede intentar sanear la relación. Eso sí, cuando el chantaje alcanza dimensiones muy graves, llegándose a juntar incluso con el maltrato físico, lo mejor es tomar medidas drásticas.
Chantaje emocional en niños
En las familias puede aparecer fácilmente el chantaje emocional, especialmente en los niños.
Los berrinches, por ejemplo, son una forma de ganar poder en la relación para el niño. Llora con el objetivo de ganar la atención de sus padres y conseguir lo que quiere. Por eso, si los padres no actúan correctamente, entrarán en el chantaje del niño. El infante tendrá entonces berrinches más a menudo porque ha visto que es una táctica que funciona. Lo mejor en estos casos es poner límites y no cumplir sus caprichos a pesar de que se enfade.
También en los padres, con frases como “si apruebas todo te compro eso” o “si no lo apruebas te castigo”, acaban por producir cierto chantaje emocional en el hijo. Esto puede acabar por perjudicar la relación.
Hay otras formas más saludables de enseñar a los hijos, sin necesidad de acudir al chantaje emocional.
Chantaje emocional en ancianos
Cuando un anciano empieza a sentir que necesita más cuidados, es posible que empiece a usar el chantaje emocional para conseguir la atención de la familia. “Con todo lo que te he hecho por ti”, “es que no te preocupas por mi” o “nos hacemos mayores y ya no les interesamos a nadie”, son frases que pueden corresponder al chantaje emocional realizado por ancianos.
Sobre todo viene dado por la necesidad de atención por su parte. Siempre hay que recordar que en una relación sana entre padres e hijos es poco probable que aparezca esta situación.
Cómo saber si sufres chantaje emocional
Todos los chantajistas tienen rasgos comunes. Se nutren del miedo y manipulan a las personas para conseguir sus objetivos, como si fueran un instrumento. Normalmente el miedo del que se aprovechan es del miedo a perder en general, pero sobre todo a perderlos a ellos, ya que forman un papel fundamental en nuestra vida.
A veces no nos damos cuenta de que estamos sufriendo chantaje emocional, por eso es imprescindible aprender a distinguirlo. Normalmente, el chantaje emocional se da alrededor de varios factores comunes, como los que ofrecemos a continuación:
- La exigencia, producida porque los chantajistas no expresan con claridad lo que quieren
- La resistencia, ya que no acepta nada que difiera de su forma de pensar
- La presión, intentando convencer al otro
- La amenaza
- La obediencia por parte de la víctima
- La reiteración de todo lo dicho anteriormente
Además, los chantajistas suelen presentar los siguientes rasgos a la hora de empezar una relación que pretenden dominar por completo:
- Cambian constantemente de conversación, en busca de tu punto débil
- Hablan mucho y no dejan intervenir
- Les molesta que les aconsejen
- Cambian de humor fácilmente
- Quieren anular la opinión del otro
Por eso, a la primera señal de alguno de estos factores es imprescindible empezar a tomar medidas para solucionarlo.
Cómo enfrentarse al chantaje emocional
Lo primero que hay que tener en cuenta es que en cuanto empiezas a ceder, empiezas a perder. Enfrentarse al chantaje emocional depende de uno mismo.
No hay que olvidar tampoco que el chantaje emocional lo realizan personas inseguras y débiles que se ven incapaces de lograr sus objetivos por otros medios. Si el chantajista aprende otro modo de conseguir lo que busca, es posible que deje de intentar manipular a los demás.
Algunos métodos para superar el chantaje emocional son los siguientes:
- Hacerle ver al chantajista que no nos da miedo y no vamos a cambiar nuestras acciones
- No sentirnos malas personas por no cumplir sus deseos y saber que somos los dueños de nuestra vida
- Tomar nuestras propias decisiones
- No permitir que te hagan daño
- Pensar en ti
- Aprender a diferenciar una petición de una exigencia
Como estar con un chantajista acaba por volvernos dependientes, es normal que cueste desprenderse de esa relación, aunque es lo mejor que puede hacerse en estos casos. Al principio costará, pero a la larga comprenderás que has tomado la mejor decisión.
Libros sobre chantaje emocional
Hay muchos libros de autoayuda en el mercado que explican en profundidad cómo reconocer a un chantajista emocional y, lo más importante, te enseñan a defenderte.
Nosotros te recomendamos “Chantaje emocional: cuando la gente se vale del miedo, la obligación y la culpa para manipularte”, escrito por Susan Forward. Puedes encontrarlo a buen precio en Amazon pinchando aquí.
Este blog utiliza enlaces de afiliación de Amazon y de otras plataformas. Cada vez que compras algo a través de ellos, estás apoyando mi trabajo con un porcentaje.