El bullying es uno de los problemas sociales más comunes entre los niños y adolescentes. Puede darse en cualquier tipo de ambiente, afectando a diferentes víctimas, que aprenden a sobrellevar la situación a su manera. Aunque la mayoría de los afectados no suele contar en su casa qué les ocurre, es muy importante para los padres detectar el bullying para acabar con el problema lo antes posible.
Los niños, y sobre todo los adolescentes, tienden a esconder esta situación por vergüenza o porque realmente sienten que tienen parte de culpa. Para encubrirla, tienden a cambiar su carácter, con un comportamiento diferente al habitual y con prácticas que no son normales para su edad o su situación.
Si tú también crees que tu hijo está sufriendo algún tipo de acoso continuado, presta atención a las diferentes señales para detectar el bullying. Detenerlo a tiempo puede ser mucho más beneficioso para aquella persona que lo sufre, e incluso puede llegar a salvar vidas en esta etapa tan emocional como es la adolescencia.
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🔥 ¿Qué es el bullying? 🔥
La palabra ‘bullying’ corresponde al término en inglés para designar el acoso escolar entre niños o adolescentes. Corresponde a una agresión física o psicológica que es continuada y constante, en la que varios compañeros, o un solo individuo respaldado por el resto, atacan a una víctima que está sola.
Las víctimas suelen ser sujetos más débiles, que tienen alguna diferencia con el resto de los compañeros. Poco a poco, el agresor va mermando la autoestima de esta persona, a través de ataques físicos, pero también con palabras hirientes.
El bullying no es una pelea aislada entre dos niños. Va mucho más allá. Es una situación que se repite día tras día, afectando poco a poco y de manera negativa a la víctima que lo sufre.
En la etapa de la niñez y la adolescencia, en la que el carácter de la persona se va forjando, estos comentarios negativos pueden afectar mucho, cambiando por completo el comportamiento del chico o chica que sufre bullying.
👍 Cómo detectar el bullying en los niños y adolescentes 👍
El acoso escolar es un problema que ha existido desde hace muchos años. Sin embargo, el bullying es cada vez más agresivo, pudiendo tener graves consecuencias en los jóvenes como llevarles a un estado de depresión, fracaso escolar, convertirles en personas violentas, arrojarles al consumo de drogas, o incluso llevarles al suicidio.
Lo normal es que, por miedo, los niños escondan este problema. No le suelen advertir a los profesores ni a los padres que están siendo acosados, pero poco a poco se puede ir notando en ellos algunos cambios importantes.
Estos cambios en nuestro hijos pueden ser sutiles, pero prestando atención y con un poco de psicología, es fácil detectar el bullying en los pequeños.
Vamos a ver cuales son los síntomas del bullying más comunes en los niños y adolescentes.
Comportamiento diferente
Uno de los síntomas del bullying en niños más reconocibles es el cambio de comportamiento. La personalidad de los niños va cambiando poco a poco, hasta que se convierten en adolescentes retraídos, que suelen estar más tristes y parados.
Es normal que los niños que siempre han sido alegres y activos, al enfrentarse a estos problemas sociales cambien por completo su personalidad. Se vuelven personas a las que les cuesta mucho más relacionarse con los demás. No consiguen desarrollar por completo sus cualidades sociales, y les puede afectar también en su etapa adulta.
Si tú sabes que tu hijo nunca ha sido así, y notas un cambio importante sin saber a qué se debe exactamente, puedes sospechar de que tiene algún problema que le preocupa. Es importante que consigas detectar el bullying lo antes posible.
Síntomas de depresión
En algunos casos graves, y según la fortaleza mental que tenga el niño, también se puede llegar al punto de sufrir una tremenda depresión. Si el niño llora con frecuencia, se siente triste, y no tiene fuerzas para afrontar situaciones que a priori son sencillas para su edad, es porque hay otra cosa que le preocupa.
La depresión infantil no es común como ocurre en los adultos, y sin embargo, cada vez hay más casos diagnosticados. A diferencia del factor físico que suele afectar a los mayores, en los niños suele haber un fuerte factor ambiental.
Siempre viene determinado por una situación dolorosa a la que se enfrenta el niño constantemente, como el acoso escolar.
Cambios de humor
Al mismo tiempo que vemos cómo la personalidad de un niño víctima del bullying va cambiando, también es frecuente ver cambios drásticos en su humor. Son niños que pasan de la alegría al llanto en cuestión de segundos, o que se ponen agresivos con lo más mínimo.
Cuando los pequeños no pueden controlar la situación de violencia en la escuela o en su entorno social, pueden pagarlo en casa.
Ya sea volviéndose más rebeldes con sus padres, o incluso imitando el comportamiento de sus agresores en la escuela con sus hermanos más pequeños. Cuando el niño no lo dice con palabras, puede estar diciéndolo con su comportamiento.
Baja autoestima
Otro de los síntomas de bullying que más se repiten en todas las víctimas es la baja autoestima que van cultivando con el tiempo. Las consecuencias de estar constantemente oyendo de sus compañeros las cualidades negativas que le transmiten, les hace creer que son ciertas.
El bullying verbal va minando la seguridad tan frágil que tienen los niños. En esta etapa en la que la personalidad se tiene que forjar, cuando los demás se empeñan en dañarle, al final pueden acabar por romper todos los valores del niño. Cuanto antes podemos detectar el bullying, mejor será para el chico.
Es muy complicado subir la autoestima de un niño que ha aprendido toda su infancia que no vale nada. Por esta razón es tan importante detectar los síntomas de acoso cuanto antes, para no tener que recurrir a ningún protocolo profesional que nos enseñe como mejorar la autoestima en un niño que no ha llegado si quiera a tener estima en sí mismo.
Síntomas psicosomáticos
Muchos profesionales en psicología infantil nos indican como se detecta el acoso escolar analizando la salud física del niño. Los signos de acoso se pueden traducir en problemas físicos, como dolores de cabeza, de tripa o episodios de vómitos causados por el propio estrés.
Es muy común que los niños que sufren bullying se inventen enfermedades para evitar ir al colegio. Muchas veces estos principios de bullying se acaban convirtiendo en síntomas reales, que el niño no puede controlar.
Sobre todo cuando se acerca el momento de encontrarse con los agresores, el domingo por la tarde al acabarse el fin de semana, o por la mañana cuando el niño se levanta antes de ir al colegio.
Los síntomas más comunes son molestias gastrointestinales, mareos y dolor de cabeza, dificultad para respirar y opresión en el pecho, cese del apetito, o trastornos del sueño. Aparecen sin motivo alguno, pero son tan reales como los síntomas causados por cualquier enfermedad.
Daños visibles
Uno de los indicios de acoso escolar más claros son signos físicos de bullying. Puede empezar cuando el niño pierde accidentalmente su material escolar, alguna prenda de ropa, o el dinero de la comida.
El chantaje es muy frecuente entre los adolescentes, que piden dinero o directamente les roban a los compañeros que son objetos de acoso.
Lo realmente preocupante es cuando el niño viene con algún golpe, moretones, arañazos, o con la ropa rota. Es más que obvio que el acoso está llegando a un punto físico que no podemos permitir.
Es frecuente que los niños asocien estos signos a una caída, por ejemplo cuando vienen con el labio roto y dicen que se han dado un golpe sin querer en clase de gimnasia. No debemos sospechar de todo, pero sí cuando estos signos son frecuentes y se repiten en más de una ocasión.
Bajo rendimiento escolar
Es muy importante detectar el bullying para que este problema no afecte a la salud mental de nuestros hijos, pero tampoco a su rendimiento escolar. ¿Cómo identificar el acoso escolar o bullying? Presta atención a las notas de tu hijo.
Los niños que están siendo acosados en la escuela dejan de preocuparse por sus deberes escolares. Es frecuente que sus calificaciones bajen, notándose una diferencia preocupante en aquellos momentos en los que el chico o chica está más afectado. Si notas que las calificaciones de tu hijo son más bajas de lo normal, y no sabes a qué se debe, habla con los profesores.
La charla con los profesionales del centro puede ser una buena alternativa sobre como saber si un niño sufre acosos escolar o no. Cuanto antes consigas detectar el bullying en un adolescente, mejores serán los resultados del protocolo a seguir para que los chicos se sientan en un ambiente seguro, en el que puedan desarrollarse de forma normal.
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