El ritmo de vida actual propicia cada vez más problemas que antes pasaban desapercibidos. Por ejemplo, pasar tanto rato sentados y tener una dieta rica en grasas puede dañar las venas de la zona anal, haciendo que aparezcan las conocidas hemorroides internas o almorranas.
Esta patología afecta a un alto porcentaje de la población, en concreto a un 50% de las personas mayores de 30 años, aunque puede prevenirse fácilmente. Es conveniente empezar a tratarla con rapidez, ya que en casos graves puede resultar muy dolorosa y ser necesaria la cirugía.
Si quieres saber qué son, por qué surgen y sus síntomas, ¡aquí tienes toda la información que necesitas! ¡Tratamientos, remedios caseros y mucho más!
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¿Qué son las hemorroides internas?
En sí, las hemorroides o almorranas son venas del ano o de la parte inferior del recto que se han hinchado. Las venas y los tejidos anales se hinchan por un exceso de presión en la zona, que puede deberse a muchos factores. Esta hinchazón produce que se sangre al defecar, entre otros síntomas.

No es una enfermedad, ya que en su estado normal no son más que formaciones venosas presentes en esta zona del cuerpo. Por eso se suele denominar como una patología, a no ser que haya dilataciones varicosas en estas venas y entonces sí pueda hablarse de una enfermedad hemorroidal.
En su estado normal, las hemorroides se encargan de controlar la defecación, de forma que se haga en el momento y en las condiciones adecuadas. Que la inflamación haga que aparezcan bolas en estas venas es lo que vuelve tan incómoda esta patología.
Tipos de hemorroides
Hay que diferenciar los tipos de hemorroides que existen, ya que pueden aparecer por dentro o por fuera del cuerpo. Son una patología diferente, aunque tengan un factor común. ¡Aquí te mostramos sus principales diferencias!
Hemorroides internas
Aparecen dentro del ano, donde comienza el recto, aunque si son muy grandes pueden salirse. A este hecho se le conoce con el nombre de prolapso. Su síntoma más común es el sangrado durante las deposiciones. Suelen ser menos dolorosas que las externas, aunque depende de la tolerancia y la condición física de cada persona.

Hemorroides externas
Ocurre fuera del ano, en concreto en el borde, por lo que dificultan la limpieza después de defecar. Si aparece un coágulo de sangre en la almorrana, el proceso puede ser muy doloroso y se conoce como hemorroide externa trombosada.
Evolución de las almorranas
Una patología como esta puede evolucionar en cuatro estados bien diferenciados. Los estados de las almorranas, que se relacionan con su evolución, son los siguientes:
Crisis hemorroidal de primer grado
Aparecen los síntomas más comunes y, si son internas, no hay prolapso y las almorranas no salen al exterior.
Crisis hemorroidal de segundo grado
Los síntomas son muy similares, aunque es más probable que exista el prolapso, sobre todo a la hora de defecar pero volviendo al interior más tarde.

Crisis hemorroidal de tercer grado
En este caso el prolapso aparece constantemente, sin regresar al interior de forma natural, por lo que tienen que reintroducirse de forma manual.
Crisis hemorroidal de cuarto grado
No pueden reintroducirse el prolapso de forma natural. Además, puede producirse un estrangulamiento si quedan a mitad entre el interior y el exterior. Si esto ocurre, la sangre no circulará libremente y se formarán trombos. En esta etapa es necesaria la cirugía.
Causas de las almorranas
Las almorranas son una patología muy común causada por un aumento de la presión en el ano. Puede surgir como muchos factores, desde el parto hasta el estreñimiento.

A continuación, te mostramos las causas más comunes por las que surgen almorranas:
El embarazo o el parto
Esta presión de más puede dañar la zona anal, propiciando esta presión en las venas. Esto se debe a la dilatación de la matriz, que hace que las venas del ano tengan una presión de forma normal no tendrían.
Estreñimiento
En general, cualquier patología que afecta a esta zona puede ser un factor de riesgo para la aparición de almorranas, ya sea el estreñimiento como la diarrea, entre otros problemas intestinales similares.
Esfuerzo a la hora de defecar
Si nos cuesta defecar y tenemos que esforzar mucho la zona anal, es probable que acabemos por dañarla y surja este problema. Por esa razón, este factor suele estar relacionado con el estreñimiento.

Estar sentado mucho rato
Pasar largos periodos de tiempo sentado aumenta la presión en la zona anal, propiciando que surja esta patología. Sobre todo hay que evitar pasar mucho rato sentado en la taza del váter.
Algunas enfermedades
Hay enfermedades, como la cirrosis hepática, que pueden tener como síntoma las almorranas, aunque no es un factor tan común.
Sedentarismo
La falta de ejercicio es un factor de riesgo para la aparición de almorranas, pero puede evitarse haciendo ejercicio diariamente.
La alimentación
Una dieta poco sana, con un alto consumo de alcohol, tabaco, té, café o picante también propicia la aparición de almorranas. Es conveniente consumir mucha fibra y reducir la ingesta de grasas, así como beber mucha agua. El sobrepeso, por tanto, también es un factor de riesgo junto a ciertos componentes hereditarios.
Síntomas de las almorranas
Las almorranas no son una patología dolorosa, a no ser que se forme algún coágulo de sangre, lo que puede provocar que el tejido de alrededor muera y sea necesaria la cirugía.

En general, los síntomas más comunes son los siguientes:
- Sangre de un color rojo y brillante
- Necesidad de rascarse la zona anal (prurito)
- Dolor anal al estar sentado
- Dolor al defecar
- Sangre al defecar
- Aparición de protuberancias en la zona anal
- Anemia ferropénica en caso de sangrado intenso
- Vértigo o mareos
- Sensación de pesadez en la zona estomacal
- Incomodidad
- Sensación de quemazón interna
Si quieres saber más sobre el sangrado por el ano, haz clic en el enlace anterior. Es una información necesaria, sobre todo si presentas este síntoma pero no consideras que se produzca por la presencia de almorranas.
Cómo diagnosticar las almorranas
Normalmente las almorranas pueden diagnosticarse fácilmente examinando la zona rectal, sobre todo si son externas.

Aun así, el especialista también puede optar por una sigmoidoscopia (para ver el interior del colon y del recto) o una anoscopia.
Tratamiento para las hemorroides
Si tienes almorranas y acudes al médico, lo más probable es que te mande cremas corticosteroides de venta libre, como la cortisona, que ayudan a reducir el dolor y la hinchazón. Hay otras cremas que contienen lidocaína y ayudan a reducir notablemente el dolor.
También es probable que el especialista te mande ablandadores de heces, ya que esto ayuda a reducir el esfuerzo y dolor a la hora de defecar y evita el estreñimiento, o pastillas para tonificar las venas y mejorar la circulación. Este tipo de tratamiento dura unos pocos días, para que no se pierda la sensibilidad en la zona afectada.

Si estos tratamientos no funcionan, puede ser necesaria la cirugía. Este proceso, conocido como hemorroidectomía, consiste en extirpar directamente las almorranas. Suele usarse en casos graves, como un sangrado intenso o si no se ha respondido a la terapia.
Otros tratamientos comunes son la ligadura con banda elástica (LBE), las inyecciones de la escleroterapia, fotocoagulación con rayos infrarrojos, crioterapia o terapia en frío, o directamente la hemorroidectomía abierta.
Remedios caseros para las hemorroides
Aunque siempre es mejor acudir a un especialista, hay ciertos remedios caseros contra las almorranas que pueden ayudarte a aliviar los síntomas de forma natural. ¡Te contamos todos!
Aloe vera
Esta planta alivia la picazón, la inflamación y el ardor. Sólo tienes que aplicar la pulpa de la planta sobre la zona, con mucho cuidado y habiendo primero limpiado muy bien la zona. Ten en cuenta que es útil en caso de que sean almorranas externas.

Patata
Utiliza un trozo de patata pelada y muy bien lavada. Cuando esté seca, tienes que tumbarte con ella en la zona anal y dejar que actúe unos 20 minutos. Hazlo diariamente después de evacuar durante varios días.
El agua fría
Muy útil en caso de sangrado y dolor muy fuerte. Es un remedio muy sencillo pero capaz de aliviar fácilmente el dolor. Puedes probar a aplicar hielo o darte baños en agua fría.
Tomate
Corta un tomate en dos y coloca el lado de la pulpa en la pared anal. Deja que actúe durante unos 15 minutos y quita el trozo. Realiza este remedio diariamente durante una semana.

Acelgas
Un manojo de acelgas frescas, lavadas y enfriadas también ayuda a aliviar los síntomas de esta patología. Tienes que aplicarlas en la zona afectada unas tres veces al día durante una semana.
Consejos para las almorranas
Aunque siempre es mejor seguir un tratamiento, hay una serie de consejos que puedes seguir para reducir la picazón que producen las almorranas, ya que está muy relacionado con nuestro ritmo de vida:
- Utilizar ropa de algodón
- Evitar el papel higiénico y usar toallitas para bebés
- No rascarse la zona afectada
- Hacer baños de agua tibia de 10 o 15 minutos
- Toma muchos líquidos para evitar el estreñimiento
- Consume una dieta rica en fibra, así como suplementos de fibra

- No forzar ni aplazar el momento en que necesitemos evacuar
- Hacer ejercicio diario, aunque sea moderado
- Tener una buena higiene en la zona anal
- No levantar pesos muy pesados en caso de almorranas
- Evitar introducir cuerpos extraños en el ano y usar lubricante en caso de penetración
- No permanecer mucho tiempo sentados ni de pie
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