Uno de los hábitos menos saludables que más se repite entre la sociedad actual es el tipo de comida que consumimos en horario de trabajo. Las prisas para ir a trabajar por la mañana, y la falta de organización, hace que comer en la oficina no sea todo lo sano que debería.
Si un día la falta de tiempo nos hace caer en la comida rápida para almorzar en la oficina, no tiene por qué pasar nada. En cambio, esta alternativa no puede repetirse a diario, consumiendo cualquier snack alto en calorías frente al ordenador en 5 minutos, para continuar todo el día sentado y sin ningún tipo de actividad física.
¿Tú también quieres saber cómo comer bien en la oficina? Aprende a organizarte tus menús más saludables para comer fuera de casa. Toma nota de estos consejos para que comer en la oficina se convierta en un hábito mucho más beneficioso para tu salud.
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✅ ¿Es posible comer sano en la oficina?
Las largas jornadas laborales, el poco tiempo libre, y el cansancio que se acumula al finalizar el día, nos vuelve cada vez más sedentarios. La disminución de ejercicio físico, junto con el consumo regular de alimentos poco saludables, son los principales responsables de la merma de la salud en la gente trabajadora.
Cada vez es más frecuente tener que comer en el trabajo. En cualquier centro de estudios, oficinas o edificios públicos encontramos alguna máquina expendedora que nos salva el día cuando tenemos mucha hambre y necesitamos reponer energía.
Por suerte, cada vez son más las máquinas de vending para empresas que se comprometen en ofrecer comida rica y mucho más saludable. Gracias a ellas, y con un poco de organización, comer sano en la oficina es bastante factible.
La alimentación es la base de la salud para cualquier persona, y es muy importante cuidarla. Con la cantidad de horas que pasamos en el trabajo, la comida para la oficina debe ser la más adecuada para proporcionar los nutrientes y energía justos según las necesidades de cada persona.
? Cómo comer en la oficina más saludable
El estrés que nos produce el trabajo, y pasar demasiadas horas delante del ordenador, influye en nuestra apetencia a la hora de elegir el tipo de alimentos para comer.
Seguramente tú también te sientes más atraídos por los snacks ricos en azúcar y grasa. No te preocupes, ¡nos pasa a todos! Es una respuesta habitual de nuestro organismo para suplir ese desgaste extra que sufrimos a diario.
No obstante, por mucho que te apetezca tomar un pastel, un trozo de pizza o una bolsa de patatas fritas, es imprescindible comer sanamente en la oficina para que tu salud no se vea afectada.
¿No tienes claro qué comer en el trabajo para no engordar? Sigue estas recomendaciones para comer en la oficina de forma equilibrada:
Alimentos sanos en máquinas expendedoras
Si con las prisas no te ha dado tiempo a preparar una comida sana para llevar al trabajo, recurre a las opciones saludables de las máquinas expendedoras. Evita aquellas que ofrecen snacks como chocolatinas o patatas fritas, y busca las nuevas máquinas de vending con ideas para comer sano.
El vending saludable se ha convertido en una alternativa más en lugares públicos como colegios, y centros privados como oficinas. Opta por alimentos sanos como frutos secos naturales, frutas, yogures y cereales ricos en fibra, así como platos preparados tipo ensaladas y bocadillos equilibrados.
Aprovecha el fin de semana para planificar tu menú. En ese momento en que tenemos un poco de tiempo libre, es posible hacer la compra con todo lo necesario para disponer de los ingredientes del menú semanal. Asegúrate de incluir todo tipo de alimentos para un buen aporte de nutrientes.
Entre semana al volver del trabajo tenemos muchas menos ganas de cocinar para el día siguiente. Pero si tienes previamente tus comidas preparadas, apenas te llevará unos minutos dejarlas listas para llevar.
Prueba nuevas recetas
No necesitas hacer platos demasiado elaborados si no te apetece pasar horas en la cocina. Incluye en tu menú comidas sanas y fáciles, con alimentos frescos que estén lo menos procesados posible.
Para no aburrirte de comer cada semana lo mismo, prueba nuevas recetas que no hayas hecho nunca. Incluye tus ingredientes favoritos, y así tendrás una nueva motivación para afrontar el día de trabajo, degustando ese plato sano y con tan buena pinta que preparaste la noche anterior.
No te saltes el desayuno
Por mucha prisa que tengas antes de ir a trabajar, ¡no te vayas sin desayunar! Este es un error que comenten muchos trabajadores y estudiantes, y que les hace pecar a media mañana o en la hora de la comida con alimentos menos sanos.
Nada más levantarte, tu cuerpo necesita energía para empezar el día. Desayunar tranquilo e incluyendo alimentos sanos te ayuda a controlar la ansiedad por la comida a lo largo de todo el día. Si por las mañanas te falta tiempo para sentarte a desayunar, por el despertador 10 minutos antes y no tendrás excusa.
Incluye frutas y verduras
La fruta y la verdura son dos alimentos básicos de la dieta que debemos incluir en cualquier comida. Toma mínimo 5 piezas al día, incluyéndolas en el desayuno, a media mañana, en la comida o en la merienda, mientras están en el trabajo.
Tomar fruta como snack es la mejor alternativa para saciar el hambre. Ten a mano siempre alguna pieza de fruta fresca, muy fácil de llevar a cualquier parte, y de lo más apetecible. Incluye también las verduras y hortalizas en tus platos principales. Ya sea en forma de ensalada, verduras cocinas, una crema de verduras, o directamente mezclada con los hidratos de carbono y la proteína.
Fija un horario para comer
Otro de los tips más importantes para comer en la oficina más saludable es hacerlo siempre a la misma hora. Procura marcarte unas pautas para tomar un tentempié a media mañana y también para la comida.
Dedica al menos unos 20 minutos para comer tranquilamente, masticando bien y saboreando cada bocado. Al comer a un ritmo normal, sin prisas, te notarás más saciado y evitarás comer más de la cuenta. ¡Siempre a tu hora!
No comas en el escritorio
Muchas personas que suelen comer en la oficina dedican unos pocos minutos a comer algo rápido sin levantarse del escritorio. Este es un grave error que hay que evitar. Lo más recomendable es que hagas uso del comedor, o siempre que sea posible, salir a comer fuera.
Al cambiar de ambiente a la hora de comer, la desconexión es mucho más gratificante. De esta forma te estarás centrando mejor en la comida, sin caer en la gula, y al volver a tu mesa rendirás mejor después de un merecido descanso.
Pasea después de comer
El momento de hacer la digestión después de comer puede resultar algo pesados para muchos. Hay quién no puede vivir sin su máquina dispensadora de café. Pero si quieres una opción más saludable para espabilar antes de volver al trabajo, tómate el café mientras das un paseo.
No necesitas andar demasiado. Con darte un paseo fuera de la oficina y recorrer un par de calles es más que suficiente. Esto favorece la digestión, te despeja la mente, y te da energía extra para seguir con la jornada, incluso si no te tomas café.
Bebe mucha agua
Además de las bebidas que puedas tomar a lo largo del día, es imprescindible tener siempre a mano una botella de agua natural. Bebe como mínimo 1,5L de agua a diario, evitando el consumo de refrescos con gas y bebidas azucaradas que no te hacen ningún bien.
Hay ocasiones en las que confundimos la sed con el hambre. Si falta poco para tu siguiente comida y empiezas a sentir mucha hambre, prueba a beber agua y ya verás como aguantas sin problema. ¡Hay que hidratarse correctamente y de la forma más saludable!
Ten a mano snacks saludables
Si no tienes a mano una máquina expendedora con alimentos saludables, hazte una pequeña despensa para las emergencias. Podrás recurrir a ella cuando tengas un ataque de hambre repentino, pero no las dejes a la vista para no caer fácilmente en la tentación.
Elige alimentos sanos para comer en la oficina como bolsitas de frutos secos, barritas de proteína, yogur natural sin azúcar, o lleva contigo zanahoria y fruta fresca. Ideales para comer fuera de horario, el aporte calórico es mínimo pero sacian mucho más que los snacks ricos en grasas y azúcares.
¿Y tú, ya tienes claro cuál será tu menú semanal para comer en la oficina?
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