¿Sientes mareos a menudo o estás más cansada de lo habitual? Es probable que estés sufriendo anemia. Esta enfermedad suele surgir por tener hematíes bajos es decir, que nuestro nivel de glóbulos rojos no sea el adecuado.
Aun así, los niveles bajos de estas células también pueden indicar problemas graves, como leucemia o cáncer de médula ósea.
¿Quieres saber cuáles son los síntomas de un nivel bajo de glóbulos rojos y cómo tratarlo? ¡Aquí te enseñamos todo lo que tienes que saber sobre el nivel bajo de los hematíes y la anemia!
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¿Qué son los hematíes?
Los hematíes, más conocidos como glóbulos rojos, son las células encargadas de transportar el oxígeno de los pulmones a todos los tejidos que componen nuestro organismo. También se encargan de transmitir todos los nutrientes por nuestro cuerpo, como las vitaminas o el ácido fólico.
Además, contienen una proteína llamada hemoglobina y eliminan el dióxido de carbono que, de otra forma, se acumularía en nuestro organismo. Hay entre 4 y 6 millones de hematíes por microlitro de sangre, aunque el nivel de glóbulos rojos suele ser menor en las mujeres que en los hombres.
Un número por debajo de estos niveles suele ser señal de un problema en nuestro organismo. Los hematíes se encuentran en la parte celular de la sangre, no en el plasma, y comparten espacio con los glóbulos blancos (linfocitos) y las plaquetas.
Los glóbulos blancos intervienen en la defensa de nuestro cuerpo, mientras que las plaquetas sanan las heridas y previenen el sangrado, formando esa famosa “costra” que surge cuando nos hacemos daño.
¿Qué significa tener los hematíes bajos?
Un nivel bajo de hematíes suele relacionarse con problemas de anemia, aunque puede ser una señal de otro tipo de enfermedad. Por norma general, no es bueno tener dispersión de hematíes bajos porque el cuerpo no limpia el dióxido de carbono de forma correcta ni llega el oxígeno a la sangre como debería, aunque durante el embarazo es común que bajen estos niveles al aumentar en un 50% nuestra sangre.
Aun así, los hematíes bajos también pueden ser una señal de leucemia, ya que este cáncer aumenta el nivel de glóbulos blancos, o de cáncer de médula ósea (miolema múltiple), ya que tiene un papel importante en la creación de hematíes.
¿A qué se deben los hematíes bajos?
Puede resultarnos curioso que nuestro nivel de hematíes disminuya sin haber cambiado ningún hábito de nuestra vida diaria, pero hay etapas donde puede llegar a ocurrir.
La falta de hematíes en sangre suele relacionarse con la anemia, como explicamos anteriormente. Por norma general, las causas más comunes son las siguientes:
Desnutrición
Una alimentación deficiente es la principal causa de la anemia. Nuestro cuerpo necesita todos los nutrientes esenciales, así como vitaminas y minerales, para poder crear los compuestos necesarios que hacen que nuestro organismo funcione correctamente.
Sobre todo es muy importante consumir alimentos ricos en hierro para tener el nivel adecuado de glóbulos rojos; a esta anemia se le conoce con el nombre de anemia por deficiencia de hierro.
Pérdida de sangre
Normalmente suele relacionarse con una menstruación abundante, por lo que es más común encontrarse casos de anemia en esta etapa. Si surge sólo durante la menstruación, puede solucionarse fácilmente con suplementos de hierro.
Las úlceras gastrointestinales o el cáncer de colon también pueden causar una lenta supura de sangre que cause anemia.
Cambios en el estómago
También puede ocurrir en el revestimiento del intestino, y tiene que ver con una mala absorción de nutrientes que acaba por dañar a estos órganos. Estos cambios también pueden producirse por una úlcera.
Operación quirúrgica
Si una operación ha afectado al estómago o al intestino, también puede surgir esta patología, sobre todo en los primeros días tras la operación.
Embarazo
Es común que disminuya el número de hematíes durante el embarazo. En esta etapa la mujer aumenta en un 50% su cantidad de sangre, por lo que necesita más hierro para suministrar la hemoglobina suficiente al feto y a la placenta.
Al estar en el periodo de embarazo, es importante seguir al pie de la letra las instrucciones que mande el médico como tratamiento. Si se siguen, no tiene por qué surgir ningún inconveniente y volveremos a la normalidad tras el embarazo.
Ciertos fármacos
Algunos medicamentos, como la quinidina o los fármacos quimioterapéuticos, también afectan al nivel de glóbulos rojos en sangre al cortar temporalmente la división celular. Es conveniente que, si este es el caso por el que ha bajado el nivel de glóbulos rojos, se consulte a un especialista.
Síntomas de los hematíes bajos
Los síntomas de un nivel bajo de glóbulos rojos suelen relacionarse con la anemia, por eso vamos a definir los síntomas de esta enfermedad a continuación. Los síntomas más comunes son los siguientes:
- Dolor de cabeza o migrañas
- Debilidad
- Cansancio a la hora de hacer ejercicio
- Problemas para concentrarse
- Mal humor e irritabilidad
También hay que tener en cuenta que, en fases más graves, pueden aparecer estos síntomas y hay que acudir a un especialista para solucionarlo:
- Uñas débiles
- Mareos, sobre todo al ponerse de pie
- Color pálido de la piel
- Lengua dolorida
- Dificultad para respirar, sobre todo después de hacer ejercicio (disnea)
- Aceleración del ritmo cardíaco
- Dolor en el pecho
Es conveniente acudir al médico en cuanto sientas debilidad o mareos a menudo. En caso de sentir dolor en el pecho, dificultades para respirar o cambios en el ritmo cardíaco lo mejor es acudir al médico inmediatamente.
Tipos de anemia
Aunque la anemia más típica suele producirse por falta de hierro en el organismo, también es común que aparezcan las nombradas a continuación:
Anemia por hemorragia activa
Esta anemia suele producirse por el sangrado menstrual, heridas abundantes o úlceras gastrointestinales que supuran sangre sin que lo notemos.
Anemia por deficiencia de hierro
Esta anemia es la más común de todas y surge por la falta de hierro. Nuestra médula ósea necesita el hierro suficiente para producir glóbulos rojos sin problemas, por lo que su falta puede afectar a todo el organismo. Suele surgir por una dieta deficiente en hierro, aunque las úlceras, algunos tipos de cáncer o las hemorroides también pueden causarla.
Anemia por enfermedad crónica
Si tenemos algún problema médico durante mucho tiempo, es muy probable que también acabe derivando en anemia. Aunque no se sabe exactamente la relación, una infección crónica o algún tipo de cáncer puede desencadenar en esta patología.
Anemia relacionada con la enfermedad de riñón
Los riñones son los encargados de liberar la hormona que ayuda a la médula ósea a producir glóbulos rojos, por lo que un problema en el riñón también produce esta enfermedad. Es común sufrir anemia si se padece una enfermedad renal crónica.
La anemia causada por el embarazo
La retención de líquidos y el aumento de sangre durante el embarazo hacen que esta sea la segunda causa más común por la que disminuyen los hematíes.
Anemia depanocítica
Una producción anormal de hemoglobina (o hemoglobina baja) es la causante de este tipo de anemia, ya que puede afectar a la estructura de los glóbulos rojos.
Cómo saber nuestro nivel de glóbulos rojos
El nivel de hematíes, al estar presente en nuestra sangre, es muy fácil de medir con un análisis de sangre completo (CBC – Hemograma). De esta forma se puede contar fácilmente la cantidad de glóbulos rojos. Hay que tener en cuenta que los resultados deben de ser interpretados por un especialista con unas determinadas consecuencias.
Una vez conocido el resultado, el médico ya podrá mandar el tratamiento que debe seguirse para aumentar los niveles de glóbulos rojos en sangre. En general, si los valores son los correctos, el resultado debería ser el siguiente (en bebés y niños los valores normales son diferentes):
Hombres
- RBC: 4.5 – 6 m/ul
- Hemoglobina (HgB): 14 – 18 g/dL
- Hematocrito (Hct): 40 – 52%
Mujeres
- RBC: 4.2 – 5.4 m/ul
- Hemoglobina (HgB): 12 -16 g/dL
- Hematocrito (Hct): 37 – 47%
Cómo tratar un nivel bajo de hematíes
Un nivel bajo de glóbulos rojos se tratará de diferente forma dependiendo de cuál sea la causa.
En caso de ser un cáncer el tratamiento será aquel que mande nuestro doctor, pero si es una anemia lo más común es que se trate de las siguientes formas:
- Transfusión de sangre
- Medicamentos como los corticoesteroides, que inhiben el sistema inmunitario
- Tratamiento con la hormona eritropoyetina, que ayuda a la médula ósea a producir glóbulos rojos
- Suplementos de hierro, vitamina B12 y ácido fólico, entre otros
- Dieta rica en proteínas
Este tratamiento, además de aumentar el nivel de hematíes, ayuda a localizar la causa que produce esta disminución drástica de glóbulos rojos, ya que de otra forma nuestro organismo podría ir empeorando poco a poco.
Cómo prevenir los hematíes bajos
Una vida sana, con ejercicio regular y una dieta variada, puede ser suficiente para que no baje el nivel de nuestros glóbulos rojos. Aun así, te dejamos los siguientes consejos que pueden serte de ayuda para combatir la anemia:
- Descansar entre las actividades que realizamos
- Planifica tu día para ver en qué actividades vas a tener que necesitar más energía
- Evitar las actividades que causan problemas respiratorios
- Pedir ayuda a otras personas a la hora de hacer una actividad en la que necesites más energía
- ¿Qué comer para subir los hematíes bajos? Intenta que tu dieta sea rica en proteínas, vitaminas y hierro
- Bebe abundantemente, pero evita bebidas alcohólicas o con cafeína
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