Las enfermedades respiratorias son cada vez más comunes por el modo de vida actual y, de todas ellas, el enfisema pulmonar es una de las más graves. Aunque esta enfermedad puede tratarse, no se pueden regenerar los problemas que llega a causar. Por esta razón es muy importante conocer sus síntomas y aprender a prevenirla.
Si quieres saber en qué consiste un enfisema, ¡aquí encontrarás la información necesaria! Los síntomas, sus causas, el tratamiento a seguir y mucho más.
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¿Qué es un enfisema pulmonar?
También conocida como una enfermedad obstructiva crónica (EPOC), el enfisema provoca problemas a la hora de respirar porque daña de forma progresiva los alvéolos pulmonares, destruyendo el tejido pulmonar.
Los alvéolos, que se encuentran en grupos en el pulmón, crean pequeños espacios de aire; por eso, cuando se debilitan o se rompen, se crea un espacio de aire más grande que reduce el área de superficie del pulmón y el oxígeno que llega a la corriente sanguínea.
Unos pulmones sanos tendrán unos alveolos que permitan el intercambio del dióxido de carbono por oxígeno pero en un enfisema pulmonar el aire viejo queda “atrapado”, impidiendo que entre aire nuevo y con oxígeno. En general, esta enfermedad puede tratarse pero no puede revertirse el daño que provoca, ya que las vías respiratorias no se regeneran.
Esta enfermedad aparece de forma gradual, tras años de exposición a agentes contaminantes. Por esa razón, suele tardar en detectarse y los pacientes acuden a la consulta del médico sólo cuando se aprecian los síntomas.
En general, el primer paso para diagnosticarlo consiste en un examen físico para comprobar el estado de los pulmones. Tras esto, el médico puede solicitar una espirometría, una radiografía del tórax u otros exámenes similares.
Tipos de enfisema pulmonar
Aunque los síntomas y el tipo se parecen, hay ciertas diferencias a tener en cuenta entre los diferentes tipos de enfisema:
Enfisema centroacinar
Este tipo suele surgir a causa del tabaco. Destruye los bronquiolos, por lo que suele situarse en la parte superior del pulmón.
Enfisema panacinar
Destruye todos los lugares donde hay intercambio de gases y suele situarse en la parte inferior del pulmón. Suele surgir por un nivel bajo de alfa-1 antitripsina, sustancia encargada de proteger los alvéolos.
Síntomas de una enfermedad respiratoria
Por norma general, cualquier enfermedad pulmonar tiene unos síntomas similares, aunque pueden diferenciarse en ciertos puntos.
A continuación, te mostramos los síntomas relacionados con un enfisema pulmonar:
- Problemas a la hora de respirar
- Dificultad para respirar cuando se hace cierto esfuerzo
- Tos, con esputo o sin esputo
- Presencia de sibilancias
- Ansiedad
- Hinchazón de piernas y tobillos
- Cambios involuntarios de peso
- Fatiga
- Agrandamiento del pecho, que adquiere forma de barril para acomodar unos pulmones más grandes
- Color azulado de la piel por la falta de oxígeno
Causas de un enfisema pulmonar
Normalmente un enfisema pulmonar surge por fumar en exceso, aunque una exposición constante al polvo o a ciertos contaminantes también puede causar esta enfermedad respiratoria.
También respirar el humo de algún fumador puede afectarnos de forma pasiva. Aunque es menos común, puede producirse por algún tipo de deficiencia genética o un trastorno hereditario.
Tratamiento para un enfisema pulmonar
Como comentábamos anteriormente, no puede curarse un enfisema pero sí retrasar su avance y aliviar los síntomas que causa. El primer paso del médico será recomendarnos que dejemos de fumar, ya que si no seguimos esta medida de nada sirve comenzar un tratamiento.
Tras esto, el profesional optará por ciertos medicamentos o tratamientos, según el avance del enfisema.
Broncodilatadores
Uno de los más comunes suelen ser los broncodilatadores,ya que relajan las vías respiratorias para que sea más fácil respirar; aun así, es un medicamento más efectivo para otros problemas respiratorios como el asma que para un enfisema.
Esteroides inhalados
La falta de aliento también puede tratarse con esteroides inhalados, aunque su uso prolongado debilita los huesos y aumenta el riesgo de otros trastornos como la diabetes, las cataratas o un aumento de la presión arterial.
Antibióticos
Estos medicamentos son útiles en caso de infección, como una bronquitis o una neumonía, por lo que sólo suelen mandarse en caso de que el enfisema surja por uno de estos casos.
Rehabilitación pulmonar
Estos programas están especialmente diseñados para que mejoremos nuestra capacidad pulmonar, por lo que enseñan ciertos ejercicios y técnicas para respirar mejor. Son de gran ayuda para paliar la dificultad a la hora de respirar.
Terapia nutricional
Aunque no lo parezca, la nutrición también está relacionada con este trastorno. Esto se debe a que muchas personas necesitan perder peso en las primeras etapas de esta enfermedad respiratoria, mientras que otras necesitan ganar en las etapas más avanzadas del enfisema pulmonar. Además, una vida sana aumenta la resistencia de nuestro cuerpo a las infecciones.
Es muy importante llevar una buena dieta rica en proteínas, así como evitar la ingesta de sal, cafeína y cualquier alimento que produzca gases. Hay que evitar también los productos con escaso valor nutritivo, ya que llenan el estómago pero no aportan la energía suficiente.
Relacionado con la energía, recuerda que el mayor aporte de energía debe realizarse durante el desayuno. También es importante que comamos en un sitio relajado, para así poder hacerlo de forma lenta y sin consumir oxígeno de más.
Oxígeno suplementario
En casos graves o muy avanzados de esta enfermedad, es probable que el médico nos facilite oxígeno suplementario para usar desde casa. Aunque puede resultar aparatoso, es una forma de poder respirar adecuadamente. A este proceso se le conoce con el nombre de oxigenoterapia y suelen realizarlo empresas especializadas, que lo instalan y explican las instrucciones de uso.
Es importante instalar el aparato en un lugar alejado de fuentes de calor, y donde no se fume. Además, en algunos tipos de oxígenos suplementario, es necesario un humidificador.
Otro tipo de oxígeno suplementario puede ser el inhalador, que puede adquirirse fácilmente en cualquier farmacia y facilita la respiración del enfermo a corto plazo, ya que ayuda a llenar los pulmones.
Cirugía
En algunos casos donde no se ve otro tipo de solución, el médico puede optar por una cirugía. Esta operación puede realizarse para disminuir el volumen de los pulmones entre un 20 o 30% o para realizar directamente un trasplante de pulmón. Hay que tener en cuenta que estas opciones sólo suelen ser viables en las primeras etapas de la enfermedad y en menores de 50 años.
Ejercicios para aumentar la capacidad pulmonar
Las personas con enfisema pulmonar necesitan oxígeno extra para poder respirar mejor, por lo que ciertos ejercicios pueden ayudar a aumentar la capacidad pulmonar. Además, estos ejercicios normalmente hacen que no sea necesaria una larga hospitalización.
Aunque nosotros podemos recomendarte ciertos ejercicios, es muy importante que tengas en cuenta que siempre deben hacerse bajo supervisión médica. A continuación, te mostramos algunos ejercicios de baja intensidad que pueden ser de utilidad, si así lo considera tu profesional de confianza:
Ejercicios que fortalecen las piernas
Desde subir escaleras hasta la bicicleta estática, estos ejercicios mejoran el movimiento del paciente y su resistencia, haciendo que puedan respirar mejor.
Ejercicios para fortalecer los músculos respiratorios
La mayoría de ejercicios que implican un fortalecimiento del tronco ayudan a mejorar la capacidad pulmonar, así como la fuerza de hombros y brazos.
Con ellos, además de mejorar nuestra caja torácica, podremos mejorar nuestra respiración. Un ejemplo de este tipo de ejercicios es el levantamiento de pesas.
Consejos para evitar problemas pulmonares
Aunque tiene cierto componente genético, la mayoría de las enfermedades respiratorias pueden evitarse o prevenirse si cuidamos adecuadamente nuestros pulmones.
Por esta razón, te mostramos una serie de consejos que te serán de ayuda para prevenir un enfisema pulmonar u otra enfermedad similar.
Evitar el tabaco
El tabaco afecta a nuestra salud en general, pero especialmente a los pulmones. Por esta razón es conveniente no fumar y evitar tragar el humo de alguien que sí está fumando.
Evitar los irritantes respiratorios
Algunos olores, como los vapores de la pintura o los tubos de escape de los coches, pueden dañar nuestros pulmones, por lo que es mejor evitarlos.
En general, hay que intentar vivir una vida alejada lo más que se pueda de cualquier tipo de contaminante.
Hacer ejercicio
El ejercicio ayuda a mejorar la capacidad de nuestros pulmones, por lo que es una buena opción para ayudar a que estén sanos y funcionen adecuadamente. Busca ejercicios de baja intensidad y variados, ya que de esta forma no te aburrirás con facilidad y empezarás a marcarte metas para mejorar. Recuerda que es imprescindible calentar antes de entrenar.
Evitar el aire frío
El aire frío afecta a los conductos bronquiales, lo que puede causar que sea más difícil respirar.
Por esta razón, protege tu cuello y tu nariz cuando haga mal tiempo, para que sólo entre aire caliente a los pulmones.
Controla las infecciones respiratorias
Es conveniente vacunarse de la gripe, la neumonía y otras infecciones que afecten a los pulmones. Aunque nos vacunemos, también hay que evitar contaminarnos e infectarnos en caso de epidemia.
Mantenerse hidratado
Una buena hidratación, además de evitar la deshidratación, previene las secreciones espesas. Además, ayuda a evitar cualquier posible infección que pueda empeorar nuestro estado.
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