La endoscopia de columna se trata de una técnica mínimamente invasiva que se utiliza para tratar patologías de columna como la hernia discal o la estenosis de canal. Su funcionamiento consiste en introducir una cámara en la columna vertebral con una pequeña incisión de unos 10 milímetros y visualizar o tratar la patología en cuestión.
Este tipo de intervención innovadora supone tratar las patologías de columna de una manera menos dolorosa, permitiendo así una recuperación más temprana y sencilla. Por tanto, cada vez son más los especialistas de espalda que optan por utilizarla.
De esta forma, al intervenir en cirugías de columna, se evitan sangrados y dolores innecesarios. Pues se puede acceder a la columna de dos formas distintas: acceso transforaminal o interlaminar.
El transforaminal es el menos invasivo. Se introduce una aguja a través de pequeños dilatadores que aumentan el diámetro del foramen. Tras eso, se introduce el endoscopio para visualizar la patología en cuestión y se interviene con unas pinzas. Con esta técnica se aprovecha el canal espinal y los orificios que ya tiene la columna para producir menores invasiones, dolores y daños.
Mientras que la técnica interlaminar funciona apoyando el endoscopio en la lámina de la vértebra y desde ahí se amplía el espacio existente entre la lámina y el ligamento. Después se introduce el endoscopio y se produce la intervención. Puedes encontrar mucha más información sobre la técnica endoscopia de columna aquí.
Proceso de la técnica endoscópica para columna
Una vez el paciente lo ha valorado un especialista de columna y se ha acordado realizar una endoscopia, se lleva a cabo la intervención prácticamente no invasiva.
En primer lugar, se anestesia al paciente y se le coloca de manera que se pueda acceder bien a la zona de la espalda afectada. En la intervención se utilizan herramientas mínimamente invasivas para producir los menores daños posibles, como la cámara endoscópica. Y tras esta, la recuperación es muy rápida y por lo general recibe el alta el mismo día.
Incluso la vida cotidiana se puede retomar a la semana de la intervención. Y el deporte tras la sexta semana. Es decir, este tipo de cirugía supone una gran ventaja frente a las técnicas tradicionales.
Ventajas de la endoscopia de columna
Como ya hemos explicado, las endoscopias permiten intervenciones menos dañinas e invasoras, ¿pero qué otras ventajas supone apostar por esta técnica?
Se dañan menos los tejidos del paciente, existe un menor tejido cicatrizal, menor probabilidad de inestabilidad en las vértebras tratadas, el tiempo de ingreso es mucho menor, el dolor tras la intervención es mucho menor y, muy importante, el tiempo de recuperación está alrededor de un mes.
Sin embargo, en una intervención quirúrgica de columna tradicional, los tiempos de recuperación son mucho mayores. El dolor y la necesidad de tomar calmantes con frecuencia es mayor. El tiempo de ingreso puede alargarse hasta 48 horas, la cicatriz es mucho más grande.
¿Siempre se puede recurrir a una endoscopia de columna?
Ya hemos hablado de qué es una endoscopia de columna y de los beneficios que tiene esta técnica. ¿Todo el mundo puede someterse a este tratamiento?
Es interesante utilizar esta alternativa en personas de edad avanzada, dado que los daños que produce son menores. También para las personas con otras patologías, por el mismo motivo. Los daños son menores y se evita que otras patologías puedan verse afectadas.
Además, también es interesante cuando hay debilidad en la pierna afectada, cuando la ciática no cesa con un tratamiento conservador, cuando el dolor es incontrolable… Por tanto, en la mayoría de casos se recomienda esta opción. Sobre todo, si se ha tratado anteriormente la patología y la problemática no cesa.
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