Todos hemos oído hablar en alguna ocasión del síndrome de Estocolmo, ¿pero sabemos en qué consiste realmente? Esta patología no está reconocida oficialmente, y las víctimas que la sufren suelen ser diagnosticadas son síndrome de estrés postraumático.
Aun así, son muchos los casos en los que se ha encontrado una especie de relación afectiva entre víctima y captor, haciendo que la persona que está retenida sea incapaz de aceptar la realidad.
En este artículo encontrarás información sobre esta patología y todo lo que conlleva, así como sus síntomas, que lo causa y cómo se suele tratar.
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- 1 ¿En qué consiste el síndrome de Estocolmo?
- 2 Casos famosos y origen de esta patología
- 3 Tipos de síndrome de Estocolmo
- 4 Síntomas y signos de esta patología
- 5 Síntomas del trastorno de estrés postraumático
- 6 Causas del síndrome de Estocolmo
- 7 Factores para que aparezca esta patología
- 8 Diagnóstico del síndrome de Estocolmo
- 9 Cómo tratar el síndrome de Estocolmo
¿En qué consiste el síndrome de Estocolmo?
Se conoce como síndrome de Estocolmo a la patología en el que las personas, cuando han sido secuestradas, se identifican con su secuestrador y crean una especie de lazo tóxico hacia él. Fue Nils Bejerot quien puso el nombre a estos casos.
Aunque se han dado muchos casos de este tipo, esta patología no está reconocida oficialmente. Muchos expertos que han estudiado estos casos determinan que es un tipo de reacción que vive la víctima cuando se enfrenta a este tipo de sucesos.
Incluso muchos profesionales consideran que no debería de recibir la calificación de ‘síndrome’, siendo más un tipo de reacción que puede ocurrir cuando se está en una situación de estrés y de riesgo que un proceso psicopatológico.
Esto se debe en parte a que su naturaleza es desconocida, y que tampoco se han hecho demasiadas investigaciones sobre el tema.
Al no ser una patología reconocida, se puede hablar de este síndrome como un conjunto de síntomas psicológicos comunes que suelen aparecer en las personas que viven en una situación de cautiverio.
Sentimientos del síndrome de Estocolmo
Es una situación muy compleja, y cada cautivo puede desarrollar unas reacciones diferentes, pero suelen aparecer síntomas comunes, que son los siguientes:
- Sentimientos negativos de los rehenes hacia las autoridades que intentan rescatarlos
- Sentimientos positivos de los rehenes hacia el agresor
- Muestra de sentimientos positivos del agresor a los rehenes
Al síndrome de Estocolmo también se le conoce con el nombre de Síndrome de Supervivencia de Identificación.
Hay que tener en cuenta que no es una patología tan común como parece en estos casos, ya que la mayoría de las personas no desarrollan estos sentimientos positivos hacia la persona que los mantiene cautivos; más bien, suelen hablar con desprecio y odio hacia sus captores.
Casos famosos y origen de esta patología
Se empezó a hablar de síndrome de Estocolmo tras un hecho producido el 23 de agosto de 1973 en la ciudad del mismo nombre. Jan Erik Olsson atracó un banco, tomando rehenes, y empezaron las negociaciones con la policía; unas negociaciones que se prolongarían seis días.
A pesar de pasar seis días secuestrados, los rehenes tenían miedo de ser liberados: se sentían seguros junto al atracador. Muchos ni siquiera quisieron declarar en el juicio, una vez fue capturado el atracador.
Fue el primer caso de la historia que se tomó como modelo para determinar este tipo de reacciones humanas, ya que incluso una de las secuestradas participó luego en otro secuestro que organizó el captor.
Todo esto teniendo en cuenta que pasaron alrededor de 130 horas en una cámara acorazada atados con dinamita y sufriendo amenazas por parte del secuestrador. Si quieres más información sobre el robo de Norrmalmstorg pincha aquí.
Tipos de síndrome de Estocolmo
Realmente no existen diferentes tipos de síndrome de Estocolmo como tal, con diferentes síntomas, tratamientos y causas.
Eso sería imposible de determinar, ya que estamos hablando de una patología que no está aceptada oficialmente.
Aun así, si se pueden determinar los casos más comunes en los que suele aparecer esta patología, que suelen ser los siguientes:
- Prisioneros en campos de concentración
- Niños y mujeres que han sufrido maltrato y abusos
- Víctimas de incesto
- Secuestro
- Rehenes
- Relaciones controladoras e intimidatorias
- Prisioneros de guerra
- Miembros de un grupo sectario
Este último caso depende del experto que trate el tema, ya que muchos no incluyen a las personas que están dentro de una secta como personas que tienen síndrome de Estocolmo.
Síntomas y signos de esta patología
Al no ser una patología oficialmente reconocida, no hay síntomas exactos que puedan ayudarnos a distinguirla. Aun así, se puede decir que se crea un grado de dependencia entre la víctima y el agresor tras crear una especie de lazos afectivos entre ambos.
Es común que asuman como propias las creencias e ideas de sus secuestradores, hasta llegando a supuestamente comprender por qué están cautivos.
Las personas que sufren el síndrome de Estocolmo pueden sentir miedo o rechazo ante la idea de ser rescatados, ya que esto rompería los lazos afectivos que han creado con su captor. Incluso se han dado casos en los que la víctima se siente agradecida con el agresor, ya que creen que la situación que han pasado les ha ayudado a crecer como personas.
Se han visto casos en los que los lazos de unión entre captor y víctima son tan fuertes que se ayudan entre ambos. Hay que tener en cuenta que todo esto ocurre de forma inconsciente, siendo actitudes totalmente involuntarias.
Si son liberadas, se les suele diagnosticar con el Trastorno de Estrés Postraumático que veremos a continuación.
Características del síndrome de Estocolmo
También hay que tener en cuenta que estos síntomas no sólo están presentes en víctimas de secuestro, ya que pueden aparecer en situaciones de maltrato doméstico.
Por tanto, podemos determinar las siguientes características sobre esta patología:
- Es un mecanismo de defensa
- Se fomenta por una situación de angustia y estrés constante
- Relación de dependencia emocional con el agresor
- Sentimientos de gratitud hacia el agresor cuando es amable con la víctima
- Sensación de estar indefensos
- Incapacidad para Identificarse como víctimas
- Mecanismo inconsciente
La persona que se encuentra en esta situación percibe la realidad que la rodea y sus creencias como totalmente razonables, siendo el mundo de alrededor el que es incapaz de comprender las actitudes de la víctima hacia su agresor.
Se puede decir por tanto que la víctima disocia lo que ocurre con lo que quiere creer, negándose a aceptar la realidad y creando este tipo de lazo afectivo con su captor.
Síntomas del trastorno de estrés postraumático
A las víctimas que han sufrido el Síndrome de Estocolmo se les suele diagnosticar con trastorno de estrés postraumático.
Esta patología sí está oficialmente reconocida y suele mostrar los siguientes síntomas:
- Problemas para conciliar el sueño
- Pesadillas
- Irritabilidad general
- Facilidad para sobresaltarse
- Confusión con la realidad
- Incapacidad de disfrute con ciertas situaciones
- Desconfianza
- Déficit de atención
- Inestabilidad emocional
- Revivir el hecho traumático
- Tristeza
- Pérdida de memoria
Causas del síndrome de Estocolmo
Al no haber una definición exacta de qué es el síndrome de Estocolmo, cuesta mucho determinar sus causas. Aun así, se han determinado varios factores que determinan su aparición.
El factor que más influye es el instinto de supervivencia del ser humano. Al sentir un peligro de vida constante, la víctima se desestabiliza de tal forma que es incapaz de discernir entre qué es bueno y qué es malo.
Este mismo sentimiento de peligro inminente hace que la víctima se sienta dependiente de su captor, haciendo que agrade en todo lo posible al mismo para evitar riesgos.
Que el captor sea agresivo o no con la víctima no tiene por qué influenciar, aunque en la mayoría de los casos no suele dar muestras de comportamientos violentos. Aun así, también puede haber maltrato físico por parte del agresor y que la víctima desarrolle la misma patología.
Lo que sí suelen hacer este tipo de agresores es relacionarse con la víctima mediante castigos y recompensas. Incluso pueden llegar a sentirse agradecidas con su captor porque no les haga daño, y no sentirse víctimas cuando se las libera de esa situación.
Realmente cualquier persona puede llegar a sufrir esta patología en ciertos casos, aunque es posible que influyan ciertos factores personales.
Causa desde un punto de vista experto
En este tipo de casos el cerebro ha emitido una señal de alerta que se propaga por el sistema límbico y la amígdala; esto hace que se activen todas las funciones defensivas. Al ser privados de su libertad, su instinto de preservación actúa haciendo que se sometan a los deseos del captor.
También se cree que, a través de esta supuesta empatía que sitúa falsamente al captor y al secuestrado como iguales, se transmite cierta simpatía que hará más difícil al secuestrador que se deshaga de la víctima en caso de que sea necesario.
Por tanto, se cree que es una forma que tiene la víctima de mantener su integridad psicológica, protegiéndose mentalmente de la situación que está viviendo.
Factores para que aparezca esta patología
Aunque las causas por las que aparece el síndrome de Estocolmo son muy variadas, sí es cierto que tienen que aparecer ciertos factores a la vez para que sea posible:
- Vivir una situación de crisis que dure más de un día
- Contacto entre rehenes y secuestradores
- Los secuestradores muestran cierta simpatía hacia los rehenes, ya que una situación de abuso podría hacer que desarrollasen ira hacia ellos
- Requiere que haya uno o varios rehenes retenidos
- La víctima es aislada de cualquier estímulo, estando en un entorno donde su único referente es el secuestrador
- El secuestrador muestra ciertas ideologías y argumenta sus actitudes
Es probable que se desarrollen estos síntomas cuanto más tiempo pase. En un primer momento la víctima pensará con más claridad en el riesgo que tiene su propia vida, pero esta idea se irá disipando conforme pase el tiempo y vea cómo actúa su captor con ella, haciendo posible que se cree esta relación de dependencia.
Diagnóstico del síndrome de Estocolmo
Realmente no se puede diagnosticar el síndrome de Estocolmo como tal, aunque sí los síntomas que está viviendo la víctima. Normalmente en el diagnóstico se habla de estrés postraumático o estrés agudo, ya que realmente esta patología es una forma que tiene el cerebro de hacer frente a una situación de peligro.
Aun así, se podría diagnosticar el síndrome de Estocolmo si la víctima mostrase lo siguiente:
- Interiorización de la víctima de ciertas actitudes del secuestrador, creyendo que sus creencias son propias
- Manifestación de aprecio y agradecimiento al captor
Cómo tratar el síndrome de Estocolmo
Al no ser una patología oficial, el síndrome de Estocolmo se suele tratar cuando se diagnostica un trastorno de estrés postraumático. En estos casos se suele suministrar medicamentos que traten los síntomas concretos que está teniendo la víctima del suceso traumático.
Los medicamentos más comunes que se suministran para el tratamiento en estos casos suelen ayudar a combatir el estrés y ayudar a conciliar el sueño. También es posible que se suministren medicamentos para la depresión si el especialista lo considera necesario.
Además de los medicamentos, se lleva a cabo una terapia psicológica. Esta terapia tiene como objetivo ayudar a la víctima a afrontar la situación que acaba de pasar.
Hay que tener en cuenta que toda esta terapia es muy lenta, ya que la víctima tiene que romper los lazos afectivos con su captor, al que puede incluso echar de menos. La persona tiene que aceptar primero la realidad, comprendiendo los motivos por los que estaba retenida.
La víctima se tiene que recuperar poco a poco, recuperando sus valores de libertad, independiencia y autoestima. Aun así, el pronóstico suele ser bueno, teniendo en cuenta ciertos factores que pueden influir en el tratamiento que se vaya a necesitar:
- Situación de la víctima cuando estaba retenida
- Tiempo que estuvo retenida
- Carácter del paciente
- Experiencia previa a que sucediese el trauma
Obviamente todos estos tratamientos están adaptados a las necesidades y características de cada víctima, por lo que será el propio especialista el que determine cuál es el mejor modo de tratar cada caso.
¿Cómo puede influir esta patología en el caso?
Al ser una patología en la que la víctima estrecha lazos afectivos con su captor, puede hacerse mucho más compleja la investigación del caso. Incluso puede ser posible que la víctima sea incapaz de testificar en el juicio contra el agresor.
Se han dado casos donde la propia víctima protege al agresor, simulando olvidos de ciertas situaciones. También puede hacer como que no lo reconoce por la vestimenta, la ropa o la voz. Todo esto puede dificultar la investigación.
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