¿Por qué hay tantas personas que tienen éxito en la vida o en el trabajo y creen no merecerlo? ¿Y por qué la gran mayoría de estas personas suelen ser mujeres? Hoy en día todo el mundo habla del síndrome de la impostora, un trastorno que afecta a gran parte de la población joven en diferentes niveles.
Si te cuesta creer en ti mismo o en ti misma, o si conoces a alguien que no valora sus logros como debería, posiblemente se trate de este problema. Somos muchos los que lo padecemos, ya que la sombra de la impostora se cierne sobre nuestras cabezas en este mundo en el que prima la competitividad.
El síndrome del impostor, o en de la impostora en el caso de una mujer, afecta de manera negativa al día a día de los pacientes que lo sufren. Por suerte, se puede tratar con terapia y con ayuda de los profesionales. Vamos a ver todo lo que tienes que saber para afrontarlo con determinación.
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💥 ¿Qué es el síndrome de la impostora?
Aunque hablemos en femenino, el síndrome de la impostora no afecta solo a los mujeres. También se puede hablar del síndrome del impostor, aunque se suele utilizar en femenino porque la gran mayoría de personas que lo padecen son de este sexo.
Este consiste en un fenómeno que afecta a las mujeres o personas que tienen éxito en algún ámbito de la vida, principalmente en el laboral, y que no llegan a creerse merecedoras de ello.
Con una fuerte afectación sobre la autoestima, aunque estas personas hayan estudiado, trabajado duro, haber hecho grandes esfuerzo, y puesto toda su dedicación para conseguir su meta, sienten miedo de que los demás descubran que son impostoras y que realmente no se merecen esa apremiación.
La falta de confianza en sí mismas hace mella en sus propias capacidades. Esto podría impedir que siga consechando más éxito, o que incluso dejen su carrera de forma abrupta porque se sientan abrumadas.
¿A quién afecta este problema?
Como ya hemos indicado, este problema afecta sobre todo a mujeres. Aunque puede que se dé el caso del síndrome del impostor en algunos hombres, es mucho menos frecuente en el sexo masculino.
El síndrome de impostora está asociado a mujeres que se han esforzado toda su vida para conseguir un objetivo, y que finalmente lo han logrado diferenciándose de los demás.
¿Por qué afecta más a las mujeres? Según los expertos, son ellas las que durante siglos han sido educadas como seres más frágiles y con menores capacidades, y las nuevas generaciones han demostrado que esto dista mucho de la realidad.
Cuando una niña o niño recibe duras críticas por parte de sus padres, profesores o educadores, han estado bajo presión, sujeto a determinados criterios, o incluso en situación de maltrato físico o verbal, hay una mayor probabilidad de sufrirlo.
🔎 Causas del síndrome de impostora
Muchas personas que tienen el síndrome impostora vienen de un ámbito educacional muy diferente. Se ha determinado que la característica que todas ellas tienen en común es una baja autoestima. Pero la procedencia de la falta de estima puede ser muy dispar.
Cuando la autoestima es baja, y hay falta de confianza en uno mismo, la persona tiende a no creerse merecedora del éxito que recibe por muy duro que haya trabajado. Esto hace que no lo acepte, y que se sienta mal por lo que consigue, aunque el sentimiento debería ser todo lo contrario, de total orgullo por su parte.
Como en todos los problemas psicológicos, según la causa se desarrolla un modelo concreto. Los pacientes presentan un comportamiento y sintomatología asociada que varía mucho en casa situación.
Por lo general, el síndrome impostor produce una sensación paralizante, un miedo muy potente, y una distorsión de la realidad nada saludable. Sin embargo, no está considerado como un trastorno mental, por lo que existe una solución bastante efectiva para aumentar la confianza y aprender a superar este problema.
Tipos de síndrome de la impostora
Valerie Young es la experta en esta materia que se ha dedicado a profundizar en el síndrome del impostor. Tras muchos años de estudios ha descrito varias tipologías de pacientes que sufren de este síndrome.
En un principio eran 5 tipos de síndromes de la impostora. Hoy en día se está considerando incluir dos más que se han detectado recientemente. Vamos a verlos a groso modo:
La perfeccionista
Es el más frecuente, asociado a personas que están siempre buscando el menor fallo en todo lo que hacen. Cuando lo encuentran se sienten fracasadas, y tiran por la borda todo su trabajo.
Son personas que tienden a autodesmerecerse, y que cuando ocupan una posición de poder o éxito que les corresponde, se sienten mal porque no deberían estar ahí. Sufren mucho por no lograr la perfección. Pero como bien sabemos, la perfección no existe y es imposible conseguirla.
La experta
Son pacientes que se esfuerzan por saberlo todo, y que se fustigan cuando hay algo que no dominan al 100%. Tienen tendencia a dominar diferentes ámbitos, acaparando todo lo posible para aumentar sus capacidades.
En el ámbito laboral, se preparan para posibles experiencias que podrían faltarles, incluso si nunca van a llegar a utilizarlas. A pesar de tener ya suficiente capacidad de conocimiento y experiencia en su trabajo, siempre sienten que tienen que dar más de sí.
La independiente
Como su propio nombre indica, son personas que se ponen la obligación de hacer las tareas por sí mismas, sin dejar que nadie les ayude o sin pedir ayuda en caso de necesitarlas. Sienten que tienen que conseguir todo por ellas mismas, y si no pueden lograrlo, sufren mucha vergüenza.
Tienen un gran miedo a ser desenmascaradas por un compañero o un jefe con quien comparte una tarea, en el caso de no tener todas las capacidades para desarrollarla. Es la típica persona que teme delegar su trabajo a otros por que piensen que es débil.
La superdotada
Otro perfil bastante habitual, relacionado con personas que se exigen saber con antelación lo que se supone que están aprendiendo. Luchan por dominar con destreza un tema o habilidad en tiempo récord.
El problema viene cuando es una carrera del ‘todo o nada’, y al descubrir que no pueden conseguirlo se derrumban por completo.
La superwoman
Para sentirse realizada, este tipo de persona se mide por las capacidades que es capaz de dominar. Suele ser frecuente en mujeres que tienen el papel de madre, esposa, ama de casa, trabajadora, amiga, y que lleva muchas cosas al mismo tiempo.
Si no puede dar la cara de forma brillante en todos los casos siente una gran vergüenza. Dan más de sí de lo que pueden en algunos momentos, hasta que llegan a un punto en el que explotan y llega la frustración.
La falsa confiada
Además de estos 5 perfiles hay dos más muy curiosos. La impostora confiada es una persona que alardea de hacer las cosas mucho mejor que los demás. Tienen éxito en sus relaciones, en el trabajo, y en otros campos, y sienten la necesidad de demostrarlo públicamente.
¿Pero qué pasa? Que eso solo es una fachada. Detrás de todo puede que la situación no sea tan positiva. Lo único que buscan son las alabanzas constantes de los demás, al mismo tiempo que se sienten mal porque saben perfectamente que no se merecen tal aprobación.
La entregada
Por último se ha detectado un perfil de una persona con actitud de total devoción, ya sea hacia su familia, un grupo o su trabajo. Su sacrificio enorme, hasta el punto de convertirse en una víctima del miedo.
Este tipo de impostores se anulan y se esconden detrás de sus deberes. Aunque se esfuerzan por hacerlo bien, se sienten frustrados porque creen que no tienen la suficiente capacidad. A pesar de sus sentimientos negativos, se mantienen a flote porque se ven en la obligación de seguir sirviendo a costa de su salud mental.
👌 Cómo afecta al trabajo el síndrome del impostor
El síndrome de impostora tiene un denominador en común: cuanto más éxito tiene la persona, más duda sobre sus capacidades. Esto hace que cualquier esfuerzo alimente sus miedos y llegue a anular por completo sus capacidades.
Al ir acumulando éxito, estas personas aumentan el sentimiento de ansiedad. Puede que vayan avanzado en sus carreras laborales o en la vida, con la idea constante de que por ahora no les han descubierto, pero pronto lo harán.
Por ello hay un punto en el que no consiguen continuar. Es frecuente que estas personas se quiebren, y debido al miedo a fallar, por muy buenas que sean, el fracaso acabe llegando.
Una mujer o un hombre que es muy perfeccionista en su trabajo no tiene por qué sufrir de síndrome del impostor. No obstante, es un problema cada vez más común en la sociedad, y más en los jóvenes, que han crecido bajo mucha presión y no se sienten a la altura de las circunstancias.
👉 Identificar el síndrome de la impostora
Del síndrome de la impostora se habla desde hace relativamente poco tiempo. Es normal que no sepamos detectarlo, o que nos cueste hablar con los demás cuando sentimos que tenemos un problema.
Si tienes dudas sobre si padeces este trastorno, o crees conocer a alguien que esté sufriendo de falta de confianza, hay algunas cuestiones que puedes analizar:
- Sentir que has llegado hasta donde estás por suerte, y no por tu esfuerzo o habilidades.
- Necesidad de perfeccionismo para conseguir un trabajo satisfactorio.
- Baja autoestima en la forma en la que percibes tus capacidades.
- Aislamiento para que los demás no descubran que eres un impostor.
- Deterioro mental por exceso de trabajo y esfuerzo.
- Sacrificar el tiempo libre para seguir trabajando.
¿Te sientes identificado con todas o la mayoría de estas afirmaciones? Pues posiblemente necesites ayuda para dejar atrás el síndrome del impostor.
No te preocupes, este problema es muy habitual hoy en día, y se estima que más de 2/3 de los estudiantes y trabajadores actuales lo han pasado o llegarán a tenerlo alguna vez en su vida. Es el momento de impedir que afecte a tu éxito laboral, y por ende, a tu felicidad.
🧐 Cómo tratar el síndrome del impostor
El tratamiento para el síndrome de la impostora o del impostor que mejor resultado ofrece es dar pequeños pasos y avanzar poco a poco. Dejar atrás determinados comportamientos es muy importante para salir de ese círculo vicioso.
Resulta muy útil para el paciente ir anotando todos los logros que se consiguen día a día. A través del seguimiento de estas mejores es mucho más fácil tomar consciencia del avance. Gracias a la ayuda de los familiares y amigos, y sobre todo tomando como ejemplo a alguien inspirador, el síndrome impostor puede desaparecer en gran parte.
Por supuesto, también está la ayuda profesional, poniéndose en manos de un psicólogo especialista en esta temática. El tratamiento se hace de forma individual y personalizada según las necesidades de cada uno.
Aprender a soltar
Una de las partes más importante del tratamiento terapéutico es aprender qué está bajo tu control y qué no puedes cambiar. Al saber dónde están los límites de cada uno y cuáles son sus capacidades se toma conciencia de hasta donde podemos llegar.
Reconocer tus logros
Tan necesario como saber hasta dónde podemos (y debemos llegar) es reconocer los méritos de cada uno. No pienses que lo que has conseguido ha sido cuestión de suerte. Todo tu esfuerzo tiene sus frutos y te mereces disfrutar del reconocimiento que ofrece.
Si quieres saber más sobre el síndrome de la impostora, no te pierdas este programa de Podcast de Somos Estupendas profundizando en el tema:
Rodearse de gente que te haga bien y con la que celebrar tus méritos es una manera muy saludable de vencer el síndrome de la impostora. No dejes que la baja autoestima que te ha afectado en algún momento de tu vida se convierta en un factor limitante para disfrutar de la felicidad que te otorgan tus éxitos.
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