¿Conoces la historia del niño que no quería crecer? Este pequeñajo es precisamente el que le da el nombre al cada vez más conocido síndrome de Peter Pan, que sufren muchos adolescentes y adultos que no alcanzan una completa madurez en el momento en que les corresponde.
Se trata de un síndrome psicológico de lo más particular, que de hecho ha existido desde hace muchos siglos, y de ahí viene la historia de Peter. Otro aspecto curioso es el contrario, el síndrome de Wendy, la niña que cuidaba de Peter Pan y de los niños perdidos, el cuál también vamos a tratar someramente para encontrar sus diferencias y comparaciones.
Descubre a través de esta completa guía qué es el sindrome de Peter Pan, sus síntomas, características, causas, y muchas curiosidades que seguramente desconocías. Te contamos cómo tratar el problema a través de los tratamientos más efectivos entre los adolescentes, en hombres y en mujeres adultos, y consejos para evitarlo.
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¿Qué es el síndrome de Peter Pan?
El síndrome de Peter Pan hace referencia a un tipo de persona que no tiene la capacidad o que no desea aceptar las responsabilidades de la vida adulta. Es prácticamente imposible para esta persona desarrollar el rol típico de un adulto, ya sea como padre, pareja, en el ámbito laboral o en otras obligaciones.
La mejor forma de describirlo es el miedo a crecer o a ser adulto. En su deseo por tener siempre las libertades de un niño, llega a tener un comportamiento infantil inadecuado que le impide avanzar en la vida.
El término fue acuñado en los años 80 por el psicólogo Dan Kiley tras analizar el comportamiento que tenían muchos de sus pacientes. Tomando como referencia la novela de Peter Pan y la forma de ser del personaje principal, pudo hacer un perfil completo de estas personas.
Esta condición psicológica se ha detectado a lo largo de las generaciones en cada vez más personas adultas. Tener miedo a crecer es algo que nos puede afectar a todos en algún momento de la vida. Sin embargo, cuando este nos imposibilita madurar, es un problema que necesita solución.
Síntomas y características de las personas ‘Peter Pan’
Las personas que se sienten como Peter Pan están más cómodas en el papel de niño que en el de adulto. Evitan las responsabilidades, y prefieren que sean otros los que les cuiden y les guíen en aquellos aspectos de la vida que precisan de una mayor responsabilidad y esfuerzo.
No se trata de tener un comportamiento más infantil de lo normal, si no de presentar una serie de condiciones limitantes en el día a día de un adulto. Hay algunos rasgos típicos de estas personas Peter Pan que nos ayudan a detectarlos:
Dependencia emocional
En primer lugar, cabe destacar la dependencia que estas personas tienen de los demás. Como si fueran niños, necesitan ser cuidados por parte de los demás. De sus padres, de sus hermanos, sus parejas, sus amigos, o cualquier otra figura que les ayude a tomar decisiones importantes o a darles la aprobación que ellos mismos no pueden.
Idealización del pasado
En todo momento están pensando en la infancia, en lo felices que fueron cuando eran niños, en la adolescencia, y esa etapa idílica a la que les gustaría volver y mantenerse para siempre. Esto les hace tener aún más miedo a los retos del presente.
Miedo a la madurez
Por último, las personas que tienen el síndrome de Peter Pan sienten miedo a madurar, a crecer, a ser responsables, y a sufrir cambios físicos o mentales. Esto les lleva a tener mucha ansiedad e inseguridad, provocándole cierta sintomatología de estrés.
Cabe destacar que estas personas se sienten impacientes, son caprichosos, tienden a narcisismo, o están constantemente frustrados con sus vidas, ya que no lo tienen tan fácil como les gustaría. ¿Te suena este comportamiento?
Hombre y mujeres con síndrome de Peter Pan
Si bien hay tanto hombres como mujeres que pueden presentar esté síndrome, por educación es mucho más habitual en los varones. Son ellos los que mayor necesidad presentan de ser cuidados, manteniendo el rol de niño eterno, tal y como se describe en la misma historia de Peter Pan.
Los niños perdidos eran niños, la única niña era Wendy, que precisamente fue la que tenía claro que debía crecer. En la edad adulta es el varón el que suele ser cuidado por su pareja, dejando a esta la responsabilidad laboral, en casa, del cuidado de los niños, y de la relación.
Por supuesto, hay mujeres Peter Pan que necesitan el cuidado y la protección de otros. Tanto de sus propios padres como de sus parejas. Son más dependientes y no tienen la capacidad de madurar y afrontar los retos de la adultez.
La madurez emocional de las personas con síndrome de Peter Pan es otra de las claves en las relaciones sexuales. Afecta de manera indirecta, con consecuencias nefastas en las relaciones íntimas que impiden aprender y experimentar.
Síndrome de Wendy
Al igual que está el de Peter Pan, también existe el síndrome de Wendy, con el típico perfil de mujer que se siente obligada a cuidar a los demás. Suelen ser chicas, aunque también hay chicos, que dejan de lado sus propias necesidades porque otros son prioritarios.
Este tipo de síndrome se desarrolla igualmente en la etapa infantil, con niños y niñas que están condicionados de algún modo de cuidar de sus padres, de sus hermanos, de familiares, o que buscan la atención y aprobación de los otros a través de su dedicación total.
Causas del síndrome Peter Pan
Dejando a un lado el síndrome de Wendy, que es totalmente contrario, en esta guía de salud psicológica vamos a centrarnos en la personalidad de Peter Pan. Que una persona padezca este síndrome puede tener varias causas subyacentes entre las que destacan las siguientes:
Sobreprotección en la infancia
Uno de los principales motivos por los que una persona tiene síndrome de Peter Pan es haber sido criado en un ambiente sobreprotegido. Este tipo de educación por parte de los padres y cuidadores no permite la correcta maduración de los hijos.
Cuando los padres asumen todas las responsabilidades y no dejan que los niños y jóvenes aprendan, cometan errores y los corrijan, hace que puedan valerse por sí mismos al convertirse en adultos. Es una actitud muy contraproducente que se ha dado en las últimas generaciones.
Falta de modelos
Otro gran motivo es la falta de modelos de responsabilidad, de los que los niños pueden aprender a ser adultos maduros. Aquellos pequeños que han crecido con padres o educadores que no han sido capaces de tomar decisiones y asumir responsabilidades, se creen incapaces de hacerlo.
Suelen ser personas que han visto la adultez como una etapa de la vida muy dura y llena de estrés. Por ello se niegan a vivirla como lo hicieron sus padres, y prefieren seguir siendo niños sin preocupaciones ni obligaciones.
Experiencias traumáticas
Por último cabe destacar aquellos que han pasado por situaciones de trauma, y que por necesidad tienden a mantenerse en dentro de la inocencia infantil. El miedo a crecer viene por el pánico que presentan a convertirse en esas personas que les marcaron en la infancia.
Abusos, malos tratos físicos o psicológicos, vivencias estresantes, y múltiples cambios en la infancia, les hace ver que ser adulto es algo malo. Por ello se protegen de sus recuerdos dolorosos manteniéndose desde el punto de vista inocente de un niño que no quiere crecer.
Consecuencias del síndrome Peter Pan en la edad adulta
Sentirse como un niño para siempre es algo que nos puede parecer muy atractivo e inocente. Los niños son seres puros, pero esta es tan solo una etapa de la vida que queda atrás, y todas las personas nos transformamos y debemos madurar.
Es parte de la condición humana vivir en sociedad y tener relaciones interpersonales que sean equilibradas. Los padres no tienen que cuidar siempre de sus hijos, y una pareja no es responsable de la inmadurez del otro. Por lo tanto, son aspectos de la personalidad que deben adaptarse y cambiar.
La falta de madurez que conlleva el síndrome Peter Pan es algo muy negativo en la persona afectada. Suelen ser individuos que no tienen relaciones sanas con su familia o con sus amigos, que no son capaces de mantener una pareja, no saben cuidar de sus hijos, o incluso que no mantienen un empleo estable.
Con el tiempo se dan cuenta de sus propias limitaciones, y estro crea ansiedad, baja autoestima, y una serie de dificultades psicológicas y sociales que pueden llevar a la soledad y el aislamiento total. Debe ser detectado y tratado lo antes posible.
Tratamiento para el síndrome de Peter Pan
Si crees que podrías padecer de síndrome de Peter Pan, o conoces a alguien cercano que reúne estas características, el primer paso es hacer un diagnóstico de manos de un profesional. En base a un primer análisis y encontrando las posibles consecuencias, es más sencillo aplicar un tratamiento efectivo.
Desde los años 80 en que se descubrió este síndrome, se ha establecido un tipo de tratamiento especial para el síndrome Peter Pan. Con una técnica multidisciplinar cada vez más concreta y elaborada, los resultados en pacientes jóvenes son excelentes.
¿En qué consiste este tratamiento? Ello dependerá de las necesidades de cada paciente, destacando estos puntos:
Enfrentar los miedos
Saber reconocer a Peter Pan en persona no es fácil, y mucho menos si lo eres tú. Por ello es importante que la persona reconozca que tiene un problema, analice su pasado, las causas, que enfrente sus miedos y se decida a ponerle solución.
Hábitos saludables
El siguiente paso es el deseo y el acto de inculcar hábito saludables en la vida diaria. Hacer frente poco a poco a las responsabilidades, manejar los pensamientos limitantes, tomar decisiones, mejorar la comunicación, practicar la asertividad y la empatía, y establecer estrategias para confrontar los nuevos cambios.
Ayuda profesional
Cuando el síndrome de Peter Pan nos ha acompañado toda la vida es muy difícil dejarlo detrás de la noche a la mañana. Uno mismo puede aplicar algunas herramientas, pero solo con ayuda profesional es como se logra el mejor resultado. Busca a un especialista que te ayude a superarlo.
Tanto en mujeres como en hombres, el síndrome de Peter Pan es un fenómeno que ha crecido mucho en la población joven en los últimos años. El estilo de vida actual no hace más que fomentarlo, y por eso mismo debemos construir una sociedad más fuerte e independiente donde no nos dé miedo madurar y tomar control de nuestra vida.
Otros consejos de psicología para favorecer la madurez
Sigue indagando en el comportamiento humano y otros ámbitos de la psicología actual a través de esta publicaciones que encontrarás en el blog de Cuídate con Salud. Seguro que estos temas te interesan:
- Consejos para tratar la inmadurez emocional
- Cómo superar el miedo a lo nuevo
- Tips para superar el complejo de inferioridad
- Cómo tener más paciencia con los demás
- Consejos para tener más fuerza de voluntad
El famoso síndrome de Peter Pan no es una leve falta de inmadurez en las personas, es un problema mucho más complejo que necesita ser diagnosticado y tratado, en ocasiones con intervención profesional y la participación de un equipo multidisciplinar de expertos. ¡Consúltalo con tu médico!
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