El SIDA es una enfermedad muy extendida a nivel mundial, debido a que en su comienzo no se tenía la información suficiente como para prevenir su contagio. Hoy en día, se puede decir que los contagios son menos masivos que hace algunas décadas, pero siguen dándose casos de pacientes que presentan los síntomas del SIDA sin saber si quiera que tenían esta enfermedad.
Y es que los síntomas del SIDA no se presentan de la misma forma en todas las personas. En algunos casos pueden aparecer desde el principio, de una manera muy acusada, mientras que en otros enfermos no dan la cara hasta muchos años después de su contagio.
Evitar la transmisión de esta enfermedad es muy sencillo, pero no siempre lo hacemos correctamente. Si tú también quieres aprender a diferenciar los síntomas del SIDA, y saber más sobre esta enfermedad para poder protegerte mejor, toma nota de toda esta información, de la que seguramente no tenías ni idea, pero que te puede salvar la vida si la tienes en cuenta en todo momento.
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¿Qué es el SIDA?
El SIDA es una enfermedad causada por un virus, denominado virus de inmunodeficiencia humana, que causa en los pacientes infectados lo que se conoce como Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida, de dónde procede las siglas que da lugar al nombre S.I.D.A.
Este virus se transmite a través de la sangre o determinados fluidos corporales desde el portador hasta otra persona sana. Las principales vías de contagio son la sexual, a través de la sangre, y también desde la madre al feto.
Una vez ingresado en el organismo, el virus ataca a las defensas naturales del organismo humano, debilitándolo hasta el punto que desaparecen por completo las defensas, y el organismo queda expuesto a cualquier agente infeccioso externo, que pueda dañar o causar la muerte de la persona afectada.
Diferencia entre el SIDA y el VIH
Aunque los términos SIDA y VIH se suelan utilizar de forma idéntica en el lenguaje coloquial, no significan lo mismo. Las siglas VIH hacen referencia a Virus de Inmunodeficiencia Humana. Por su lado SIDA son las siglas del Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida, y en la práctica, no es lo mismo.
Una persona que es portadora del virus, puede que aún no presente el síndrome o enfermedad, que pueda presentarlo en un futuro indeterminado, o que nunca llegue a manifestar los síntomas. Se puede decir que la persona tiene el síndrome cuando el sistema inmune está suficientemente debilitado como para impedir que una infección común se extienda en todo el organismo, suponiendo un grave riesgo de salud para el paciente infectado por el virus.
Por lo tanto, todos los portadores son VHI positivos porque tienen el virus, pero solo a aquellos que tienen la enfermedad avanzada se les puede decir que tienen el SIDA.
¿Qué significa que una persona es seropositiva?
Una persona seropositiva es aquella que se ha sometido a la prueba para la detección del virus VIH, y ha dado positivo en el análisis, ya que en su suero sanguíneo ha aparecido el virus.
Una persona seropotiva que contiene el virus, es portadora y también puede transmitir la enfermedad, aunque aún no haya desarrollado los síntomas.
¿Qué es una persona seronegativa?
Cuando se dice que una persona es seronegativa, no tiene por qué tener relación con la enfermedad del SIDA. Esta denominación se hace cuando un paciente no presenta en su análisis de sangre los anticuerpo específicos frente a un antígeno. El antígeno puede ser el virus del SIDA, pero también otras partículas y microorganismos totalmente diferentes.
Si después de un análisis para determinar la presencia de VIH se diagnostica al paciente como seronegativo, quiere decir que su sangre está totalmente libre del virus, y que está sano sin ser portador.
¿Qué es una persona cero?
Cuando se dice que una persona es Cero, con referencia a su sangre, quiere decir que pertenece al grupo saguíneo de esta denominación. Los grupos sanguíneos pueden ser A, B, AB y 0, siendo tanto positivo como negativo.
Por ejemplo, mi grupo sanguíneo es O-, al igual que mi padre. Pero mi madre es O+, y no tiene nada que ver con el virus del SIDA, porque esta denominación solo hace referencia al tipo de sangre y los antígenos naturales que contiene.
¿Cómo se transmite el virus?
Volviendo a la enfermedad del SIDA, y más concretamente a las vías de transmisión del virus, hay varias formas en las que éste puede pasar de una persona a otra:
- Contacto sexual, compartiendo fluidos sexuales como el flujo vaginal y el semen. Es muy común la transmisión por ejemplo al practicar sexo con una persona seropositiva sin utilizar preservativo, incluido el sexo anal.
- A través de la sangre, por transfusiones sanguíneas entre pacientes (cada vez menos frecuentes, ya que la sangre que se transfiere a los pacientes es cuidadosamente analizada en los hospitales), y por compartir jeringuillas, cuchillas u otros objetos que hayan estado en contacto con la sangre infectada.
- De la madre al hijo, a través de la circulación sanguínea fetal, o incluso a través de la lactancia materna.
El VIH no se transmite por:
- Contacto físico, ni si quiera si la sangre infectada entra en contacto con la piel sana.
- A través de objetos que hayan tocado otras personas con VIH.
- Por los mosquitos.
- Por la saliva.
Hasta el momento se ha detectado que el virus solo se puede transmitir por el semen, flujo vaginal, la sangre y la leche materna. Aunque se puede encontrar en la saliva y lágrimas, no está en suficiente concentración como para ser transmitido de una persona a otra.
Síntomas del SIDA
Cuando nos contagiamos con esta enfermedad, es muy difícil saberlo a ciencia cierta, porque por un lado el virus no actúa de igual forma en todas las personas, y por otro lado, los síntomas del SIDA se pueden confundir con los síntomas típicos de otras enfermedades.
El SIDA cursa de una forma similar en todas las persona que son infectada. Aunque los síntomas del SIDA puedan diferir en cada uno, y cada periodo pueda tener una duración diferente, se distinguen 3 tipos de etapas desde la infección hasta la máxima manifestación de la enfermedad.
Estadío 1
Corresponde a la etapa de infección aguda, y ocurre alrededor de 2 semanas y hasta un mes después del contagio por el virus. Es aquí cuando aparecen los primeros sintomas del SIDA aunque no nos demos cuenta.
Uno de los primeros sintomas del SIDA en esta etapa son los propios de una gripe, y pueden prevalecer unos días, y hasta algunas semanas.
Es una respuesta natural del cuerpo frente al virus. Va acompañada de fiebre, malestar general, cansancio, y lo propio de un resfriado o gripe, dos enfermedades igualmente causadas por un virus, pero que en esos casos, sí que se pueden eliminar por el organismo, no como el VIH.
Estadío 2
Esta etapa crónica es asintomática en la mayoría de los casos, y puede durar desde algunos meses, hasta muchos años. En este tiempo, el virus está a muy bajos niveles en la sangre, y no presenta ningún síntoma, pero poco a poco se va multiplicando y haciendo daños sin que sean perceptibles.
Si el paciente descubre que tiene la enfermedad en estos dos primeros estadíos, el tratamiento para combatir el virus y mantenerlo a raya para que no haya daño es mucho más efectivo.
Pero aunque se siga el tratamiento, el virus nunca se elimina en su totalidad, y la persona infectada es portadora, por lo que debe tener mucho cuidado de no infectar a nadie a través de prácticas sexuales inseguras, o por transmisión sanguínea.
Estadío 3
En la fase avanzada, los síntomas del SIDA son más evidentes, pero eso quiere decir que el virus ya ha atacado gran parte del sistema inmunológico, y éste está muy deteriorado. Con un buen tratamiento antiviral, se puede evitar llegar a esta fase, o retrasarla lo máximo posible para llevar una vida normal, pero una vez llegados a este punto, el riesgo de muerte es mayor.
Cuando los niveles de CD4 (células de defensa del organismo), está por debajo de 200 copias, el cuerpo no puede defenderse por sí mismo de las enfermedades oportunistas. El virus del SIDA no mata por sí mismo, sino que el mayor riesgo lo suponen otros microorganismos que atacan al cuerpo.
En condiciones normales, estos microorganismos se combaten y se eliminan rápidamente por el sistema inmune, pero al no haber posibilidad de defensa, pueden causar graves lesiones al paciente, e incluso provocar la muerte. Por este motivo es por lo que mueren las personas con VIH, y por lo que es importante tener cuidado de no contraer el virus, o al menos de detectarlo a tiempo.
Enfermedades frecuentes asociadas al SIDA
Entre las enfermedades que suelen afectar a los pacientes de SIDA que se encuentran en el estadío 3, destacan las siguientes, con sus correspondientes síntomas del SIDA tan particulares:
- Tuberculosis
- Virus del herpes
- Linfoma de Hodgkin (afección de los ganglios)
- Sarcoma de Kaposi (sintomas del SIDA en la piel)
- Candidiadis bucal o genital (sintomas del SIDA en mujeres)
- Neumonía
- Esofagitis
- Meningitis y encefalitis
- Diarreas parasitarias
Para más información sobre el SIDA, consúltalo con un médico especializado, o acude a la asociación más cercana para conocer los sintomas de SIDA en hombres y mujeres, y hacer todas las preguntas que necesites. Tanto si ya lo padeces, como si quieres saber cómo evitar esta enfermedad de la mejor forma.
Tratamiento del virus del SIDA
A día de hoy, no hay un tratamiento para eliminar el virus del SIDA del organismo, pero sí hay un tratamiento que proporciona muy buenos resultados para controlar la expansión del virus, y evitar así que el sistema inmune se vea altamente afectado por el crecimiento de éste.
Este tratamiento es más efectivo cuanto antes se haga el diagnóstico de la enfermedad, de forma que se pueda mantener elevado el recuento de células CD4, y que el paciente tenga una mejor calidad de vida.
Cuando una persona es diagnosticada de SIDA, supone un gran shock, por lo que el tratamiento de la enfermedad no es solo a través de la toma de fármacos, sino que tiene doble vertiente.
Tratamiento psicológico del SIDA
Por un lago, el tratamiento psicológico ayuda a la persona a aceptar esta nueva enfermedad que le marcará unas pautas de vida diferentes. Hoy en día, la enfermedad del SIDA no supone un riesgo de muerte si se sigue el tratamiento indicado. De hecho, los pacientes diagnosticados con el VIH pueden seguir una vida absolutamente normal, pero siempre tienen un apoyo profesional constante que les enseña a seguir las pautas necesarias para ello.
Superada la primera fase de aceptación, el apoyo psicológico se centra en concienciar a los pacientes de los cuidados que deben tener para su propia salud, y para evitar el contagio de otras personas. Desde medidas higiénicas básicas, hasta una salud sexual con ciertos cuidados para evitar la expansión de la enfermedad.
El tratamiento médico consiste en una terapia retroviral, con la toma de unos fármacos que impiden que el virus se multiplique en el organismo, y así no se vea afectado el sistema inmune natural del paciente. De esta forma, el conteo de CD4 se puede mantener, y se prolonga mucho más el estadío 2 de la enfermedad, prolongando la vida del paciente.
Al tratarse de un tratamiento bastante fuerte, puede tener algunos efectos secundarios, como nauseas, dolor de cabeza, debilidad, malestar general, e incluso acumulación de grasa en lugares concretos del abdomen y la espalda. Los pacientes también puede tener un alto riesgo de sufrir problemas cardiacos, por lo que el seguimiento de la enfermedad también incluye un control de cualquier indicio de enfermedad del corazón
Tratamiento para los síntomas del SIDA
Para controlar los sintomas del SIDA asociados a la toma de los medicamentos antiretrovirales, así como los síntomas propios del estadío 3 que puedan aparecer cuando el sistema inmune ha sido afectado, es muy importante que los pacientes diagnosticados con el VIH se hagan un control cada 3 meses.

Tratamiento de los síntomas del SIDA en el embarazo
De forma más concreta, si una mujer diagnosticada con VIH va a ser madre, debe seguir un tratamiento para evitar la transmisión del virus al feto. Este tratamiento se comienza en el segundo trimestre de embarazo, y consiste en la toma de zidovudina hasta el momento del parto, para impedir que el virus llegue al bebé a través de la sangre.
El propio bebé después del parto, y hasta las 6 primeras semanas de vida, también seguirá el tratamiento con este medicamento para controlar que no haya habido contagio del virus.
Ahora que ya sabes cómo se puede contagiar esta enfermedad, y cuáles son los síntomas del SIDA que debes evitar en tu organismo si llegas a infectarte alguna vez, solo tienes que hacer todo lo posible para mantener su salud y la de los tuyos por encima de todo. La educación y la información es lo primero.
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