Cada año se producen más de 15 millones de infartos cerebrales a nivel mundial. Viendo estas estadísticas, podemos hacernos una idea de lo grave que puede ser esta emergencia médica.
Aun así, las terapias actuales ayudan cada vez más a controlar los ictus, reduciendo notablemente la mortalidad e invalidez que pueden llegar a producir.
Es muy importante saber qué es un infarto cerebral y cuáles son sus síntomas, ya que reaccionar en los primeros minutos es fundamental para que la calidad de vida del paciente no se vea notablemente diezmada.
Por esa razón, en este artículo te damos toda la información que necesitas saber sobre los derrames cerebrales.
¡Pincha en lo que más te interese!
- 1 ¿Qué es un infarto cerebral?
- 2 Síntomas de los infartos cerebrales
- 3 Consecuencias de un derrame cerebral
- 4 Causas del infarto cerebral
- 5 Factores de riesgo de un infarto cerebral
- 6 Cómo se diagnostica un infarto cerebral
- 7 Tratamiento para los infartos cerebrales
- 8 Cómo prevenir un infarto cerebral
- 9 ¿Los infartos cerebrales se curan?
¿Qué es un infarto cerebral?
Los infartos cerebrales, también conocidos como ictus, derrame cerebral, embolia, isquemia y apoplegía, entre otros, están considerados como un tipo de emergencia médica que puede provocar secuelas muy graves.
Un 20% de las personas que sufren un infarto cerebral acaba falleciendo. Es más, es la segunda causa de fallecimiento en España, siendo una de las primeras en mujeres. Además, es la primera causa de invalidez en adultos.
Los derrames cerebrales son tan graves que se sufre uno cada seis minutos sólamente en España. Un 50% de las personas que lo sufren ven diezmada su calidad de vida y, al haber un grave envejecimiento de la población, cada año se producen más casos.
Un ictus se causa normalmente por una obstrucción repentina de algún vaso sanguíneo situado en el cerebro, o por un sangrado cerebral. El cerebro deja de recibir el oxígeno necesario, lo que puede provocar su muerte.
Cuando el infarto cerebral se produce por una interrupción de la circulación (isquemia), recibe el nombre de infarto cerebral isquémico. En cambio, cuando lo produce un sangrado cerebral, se denomina infarto cerebral hemorrágico.
Las probabilidades de sufrir un infarto del cerebro aumentan con la edad, aunque existen otros factores como la obesidad, la hipertensión o el consumo de alcohol, que pueden aumentar el riesgo de sufrir esta falta de oxígeno en el cerebro.
Síntomas de los infartos cerebrales
Los síntomas que producen los infartos cerebrales dependen en gran parte de la zona del cerebro que se haya visto afectada.
Al relacionarse con funciones muy importantes del cuerpo, la muerte de estas células nerviosas puede afectar notablemente a otras partes del organismo. Aun así, los síntomas más comunes suelen ser los siguientes:
- Parálisis del cuerpo (de alguna zona o de algún miembro)
- Trastorno del habla o de la visión
- Debilidad repentina
- Pérdida de fuerza muscular
- Sensación de entumecimiento
- Problemas al tragar
- Mareos y vértigos
- Confusión repentina
- Pérdida de la conciencia
- Aturdimiento
- Dolores de cabeza intensos
- Problemas para mantener el equilibrio
- Comportamiento extraño como, por ejemplo, la necesidad de investigar todo o comportarse de forma acelerada
- Pérdida de la memoria
Ten en cuenta que un derrame cerebral no sigue un patrón exacto, y la intensidad depende de la cantidad de terminaciones nerviosas que se hayan visto afectadas. Lo que sí debemos tener en cuenta es que los derrames cerebrales aparecen sin previo aviso.
Consecuencias de un derrame cerebral
Las consecuencias de los infartos cerebrales dependen en gran parte de la zona que se ha visto afectada y de lo grave que ha sido la lesión producida. Si el tratamiento se ha iniciado cuanto antes, es más probable que las consecuencias sean mucho menores.
Estas secuelas varían notablemente, dependiendo si afecta a bebés, adolescentes o ancianos, ya que se pueden producir desde síntomas prácticamente imperceptibles hasta incapacidades permanentes, que incluyen la parálisis o trastornos del habla y de la vista de por vida.
Tampoco debemos olvidar que puede ser una emergencia mortal, sobre todo si no se sigue el tratamiento adecuado en las primeras horas. Aun así, las secuelas más comunes suelen ser las siguientes:
Parálisis
Es la secuela más conocida, y suele afectar a la mitad del cuerpo. Esto afecta a la calidad de vida del paciente, que no puede realizar acciones comunes en su vida con normalidad.
Trastorno del habla
Otra de las secuelas más comunes. Puede hacer que el afectado tenga dificultad para hablar, pero también para entender o para formar palabras y pronunciarlas.
Problemas con el equilibrio
No es tan común, pero muchas personas sufren esta secuela. Es muy peligrosa, ya que puede provocar caídas que hagan que el paciente se haga daño.
Demencia
Un ictus también afecta a nivel cognitivo, haciendo que se aumente el riesgo de padecer demendia. También se pueden ver alterados los niveles de concentración y de atención.
Depresión
La ansiedad, la depresión o los cambios emocionales también son secuelas bastante comunes si se ha pasado por un ictus.
Causas del infarto cerebral
Los infartos cerebrales se producen principalmente por tres causas, que describimos a continuación:
Arteriosclerosis
El endurecimiento de las arterias recibe el nombre de asterioesclerosis, y es la causa principal por la que se obstruyen las arterias. El vaso se va estrechando cuanto más grande son las placas que se forman a su alrededor, impidiendo que pase cada vez menos sangre rica en oxígeno.
Estas placas pueden romperse con facilidad, lo que puede causar una trombosis cerebral que obstruya el vaso sanguíneo por completo.
Las patologías más comunes que pueden causar asterioesclerosis son:
- Hipertensión
- Diabetes
- Alto nivel de colesterol
Embolia cerebral
La embolia forma un coágulo sanguíneo que obstruye los vasos. Este coágulo, que se mueve libremente por el vaso sanguíneo, recibe el nombre de émbolo y forma normalmente parte de un coágulo más grande llamado trombo.
Estos coágulos también pueden formarse dentro del corazón, saliendo por las arterias carótidas, que van directamente al cerebro. Un infarto de miocardio también puede causar una embolia en el cerebro.
Hemorragia cerebral
El infarto hemorrágico aparece cuando se rompe un vaso sanguíneo presente en el cerebro. Suele producirse por un aumento repentino de la presión sanguínea, o por una dilatación del vaso sanguíneo (aneurisma).
Un sangrado abundante del cerebro puede ser fatal para el paciente.
Factores de riesgo de un infarto cerebral
Hay algunos factores que pueden favorecer la aparición de infartos cerebrales; algunos de estos factores no se pueden evitar (como es la edad) pero otros, relacionados con nuestro estilo de vida, si pueden modificarse.
Los factores de riesgo más comunes son los siguientes:
- Edad avanzada
- Hipertensión
- Aumento de la tensión en el embarazo
- Diabetes
- Trastornos del ritmo cardíaco
- Obstrucción de las arterias del cuello o la cabeza
- Tabaquismo
- Alcoholismo
- Trastornos en el metabolismo
- Sobrepeso u obesidad
- Falta de movimiento
Ten en cuenta que un accidente isquémico transitorio desaparece en unos minutos, pero que si se prolonga en el tiempo estamos ante un ictus. En ambos casos, lo principal es llamar al teléfono de emergencia (112) cuanto antes.
Cómo se diagnostica un infarto cerebral
Los infartos cerebrales se diagnostican tras interrogar al paciente exhaustivamente. El especialista examinará si hay alguna enfermedad que haya podido provocar el ictus, así como la presencia de síntomas que puedan notarse a simple vista (como los problemas del habla).
El médico puede mandar una tomografía axial computarizada (TAC) o una resonancia magnética, que ayudan a identificar la región del cerebro que se ha visto afectada. Actualmente hay ecografías especializadas en ver los estrechamientos que se pueden producir en los vasos sanguíneos.
Un análisis de sangre o una ecografía del corazón también son de ayuda para realizar un diagnóstico completo.
Tratamiento para los infartos cerebrales
El tratamiento de un infarto cerebral depende del momento en el que se encuentre. En las primeras horas, el objetivo es suministrar oxígeno al cerebro para que el tejido cerebral quede lo menos dañado posible. Se estima que por cada hora en la que se sufre un ictus, se envejece el cerebro unos cuatro años; por esta razón es imprescindible empezar el tratamiento cuanto antes.
Este tratamiento busca minimizar los daños y evitarlas secuelas graves. Aun así, depende en gran parte de la causa del ictus.
Algunos accidentes cerebrovasculares se remiten por si solos y no dejan secuelas, pero son una señal de que puede producirse una embolia en cualquier momento; consulta siempre a un especialista si te pasa algo similar.
En cambio, a largo plazo se lleva a cabo una rehabilitación para reducir los síntomas y las consecuencias. Actualmente se ha disminuido considerablemente la mortalidad y discapacidad por infartos cerebrales, gracias a las nuevas medidas terapéutica que se han introducido.
En general, los tratamientos más comunes suelen ser los siguientes:
Trombolisis
Este tipo de medicamento ayuda a disolver los coágulos sanguíneos en el cerebro, reestrableciendo el riego de la sangre. Aun así, el especialista debe descartar primeramente el sangrado cerebral antes de suministrar este tipo de medicamentos.
Tratamiento intravascular
Unos de los tratamientos más novedosos para paliar los síntomas del ictus. Disuelve o extrae el trombo que se ha alojado en la arteria, introduciendo un catéter por la ingle que va directamente al cerebro. Se suele aplicar en las primeras ocho horas del ictus.
Anticoagulación
Este tipo de medicamentos ayuda a que el vaso sanguíneo no se vuelva a coagular, impidiendo que se obstruya de nuevo. Este proceso detiene el sangrado y elimina el hematoma causado.
Rehabilitación
La rehabilitación se comienza en cuanto el estado del paciente lo permita. Un tratamiento inmediato es la mejor forma de evitar secuelas, y a veces hasta se remiten por completo. La rehabilitación sigue incluir lo siguiente:
- Gimnasia terapéutica
- Entrenamiento muscular
- Asistencia de un logopeda si hay trastorno del habla
Los mayores progresos del paciente se dan en los 5 o 6 primeros meses.
Cómo prevenir un infarto cerebral
Hasta un 80% de los infartos cerebrales pueden prevenirse, sólamente controlando los factores de riesgo que se relacionan con nuestro ritmo de vida.
A continuación, te damos una serie de consejos que pueden serte de ayuda para prevenir un derrame cerebral:
Controla la tensión arterial
Mira tu tensión arterial de forma regular para evitar la hipertensión, y toma medicamentos para la tensión si tu médico lo considera necesario.
Estilo de vida saludable
Haz ejercicio de forma regular, aunque sea dar un paseo, y lleva una dieta baja en sal, grasas y azúcar. En general, es muy importante que evites el sedentarismo.
Controla el colesterol
Vigila tus niveles de lípidos en sangre, para que no sean demasiado altos.
Vigila los niveles de glucemia
Tu nivel de glucemia puede ayudarte a indicar si sufres diabetes o no.
Evita el tabaco
El tabaco, junto al estrés, es un factor de riesgo que aumenta considerablemente el riesgo de sufrir un ictus. También es conveniente reducir el consumo de alcohol.
Vigila tu peso
El sobrepeso también aumenta el riesgo de un derrame cerebral, por lo que es conveniente vigilarlo y mantener un peso convenientemente sano.
Controla tu pulso
Las irregularidades del puso, como pueden ser las palpitaciones, pueden ser un síntoma que nos indique un problema en el organismo. Si te aparecen palpitaciones es importante que acudas a tu médico más cercano.
En general, debes de vigilar todo tipo de trastornos del ritmo cardíaco que notes que aparecen, ya que así reducirás la probabilidad de que se forme un coágulo en el corazón que pueda afectar al cerebro.
Ten cuidado con la píldora anticonceptiva
Este método anticonceptivo aumenta la presión arterial, por lo que es muy importante llevar un control sobre sus efectos secundarios al empezar a tomarla.
La preeclampsia en el embarazo
Esta patología se relaciona también con los niveles de la presión arterial, y es muy importante controlarla exhaustivamente durante la gestación si aparecen sus síntomas.
¿Los infartos cerebrales se curan?
En general, podemos dividir el resultado de sufrir un infarto cerebral en tres situaciones: es probable que el afectado muera si sufre un ictus, pero también que sufra secuelas de por vida; aun así, en la última situación el paciente puede curarse por completo y no sufrir ningún tipo de secuela.
Por tanto, sí se puede decir que los infartos cerebrales se pueden curar, aunque hay distintos factores que influyen en que esta recuperación sea completa o parcial.
Además, también hay casos de recuperación espontánea, donde el paciente recupera todas sus capacidades sin que sea necesario ningún tipo de intervención médica. Este proceso suele ser mucho más rápido en las primeras semanas, aunque va disminuyendo conforme se continua el tratamiento, siendo menos notables los avances.
Si os pareció de utilidad el artículo sobre los infartos cerebrales, no os perdáis tampoco los siguientes artículos del blog:
- Síntomas de la demencia senil en adultos
- Causas más frecuentes de un derrame ocular
- Tratamiento para la alopecia areata
Este blog utiliza enlaces de afiliación de Amazon y de otras plataformas. Cada vez que compras algo a través de ellos, estás apoyando mi trabajo con un porcentaje.
