Angina de pecho; Causas, síntomas, tratamiento y prevención

¿Sientes un molesto dolor en el pecho cada vez que realizar ejercicio físico? Lo más probable es que se trate de una angina de pecho.

Las anginas de pecho se producen por una falta de riego sanguíneo en el corazón y, aunque no son tan peligrosas como un infarto de miocardio, es muy importante que las tratemos adecuadamente.

Para poder combatir una patología es muy importante que la conozcamos. Por esa razón, en este artículo te damos toda la información que necesitas saber sobre este malestar en el pecho.

¿Qué es la angina de pecho?

La angina de pecho es un tipo de dolor o malestar en el pecho producida por la falta de riego sanguíneo en el músculo del miocardio. Este problema en el riego sanguíneo recibe el nombre de isquemia. En general es un concepto clínico, por lo que el resto del diagnóstico se basa en las circunstancias que lo han producido.

Se puede decir, por tanto, que es un síntoma producido por un cese de flujo sanguíneo en el corazón. Esto provoca que se altere el músculo cardíaco, haciendo que pierda elasticidad y le cueste más contraerse. Además, esto provoca que se liberen ciertas sustancias que estimulan las terminaciones nerviosas, lo que provoca el dolor característico en el pecho. Si este dolor no aparece, pero se tienen otros síntomas, se trata de un isquemia silente.

Suele ser el primer síntoma en los pacientes con lesiones cardíacas, también llamado cardiopatía isquémica. También puede ser señal de un infarto de miocardio o de muerte súbita.

Tienes que tener en cuenta que un dolor de pecho no tiene por qué ser un tipo de angina, ya que también es un síntoma de una hernia de hiato, un infarto o hasta de simples gases.

Diferencias entre un infarto de miocardio y la angina de pecho

Un infarto de miocardio no es lo mismo que una angina de pecho. La principal diferencia se basa en el grado de ocupación del vaso coronario, que se encarga de llevar el oxígeno al corazón. En un infarto la ocupación es total, mientras que en una angina es parcial.

Por tanto, en la angina la falta de oxígeno es transitoria y las células del corazón no se mueren, cosa que sí ocurre en un infarto. Es más, la muerte de estas células, llamada necrosis, es irreversible.

Tipos de anginas

No todas las anginas de pecho son iguales. Se suelen distinguir los siguientes tipos:

Angina de esfuerzo

El dolor ha sido causado por una actividad física, o cualquier esfuerzo que necesite una mayor demanda de oxígeno. Suele ser breve y disminuye al dejar de hacer la actividad que lo ha causado, o al tomar un vasodilatador.

Angina de reposo

Surge de manera espontánea, sin ninguna relación con la actividad que se realiza. Su duración variable por lo que, si se prolonga, puede confundirse fácilmente con un infarto. Es común que ocurra de forma brusca durante el descanso nocturno.

Angina mixta

Producida por una mezcla entre la angina de reposo y la angina de esfuerzo.

Clasificación de las anginas de pecho

También hay otra forma, mucho más práctica, de clasificar los tipos de anginas:

Angina estable

Es el tipo de angina más común. Relacionada con la angina de esfuerzo y la habilidad del paciente para realizar esas actividades. Se produce por una disminución del oxígeno de forma transitoria.

Angina inestable

Es el tipo de angina más peligrosa. Tiene una evolución imprevisible, por lo que no hay un pronóstico estable, por lo que no sabemos si se curará o no.

Angina variante

Es el tipo de angina menos común. Se manifiesta de forma brusca durante el reposo nocturno. Se produce por un cierre espontáneo del vaso coronario, aunque su causa no es del todo clara. Aun así, es más frecuente en gente joven.

Causas de la angina en el pecho

La angina de pecho se produce por un desequilibrio entre el oxigeno que necesita el miocardio y el que recibe. La causa más común se debe al depósito de materias lipídicas, es decir, de colesterol, en las paredes del corazón. Este problema recibe el nombre de aterosclerosis.

Suele surgir al realizar algún tipo de ejercicio físico, aunque también puede provocarlo una emoción intensa como el estrés o la angustia.

Síntomas de la angina de pecho

El síntoma típico de la angina de pecho es el dolor en el pectoral, pero sí hay ciertas características típicas que acompañan a esta patología:

• El paciente suele ser varón mayor de 40 años
• Sufre factores de riesgo de lesión coronaria como el tabaquismo, el colesterol, la hipertensión o la diabetes

La molestia en el pecho empieza de forma progresiva, al realizar algún tipo de actividad. Esta sensación se describe como un malestar opresivo, que comprime, asfixia e incluso arde.

Este dolor se suele situar en el tórax, aunque también puede aparecer en otras zonas como el cuello, la mandíbula, los brazos o el estómago. Este doloroso episodio puede durar desde 5 o 10 minutos hasta 30 minutos.

Este síntoma suele aparecer junto a la fatiga o ciertos síntomas vegetativos, como los sudores fríos, las náuseas y los vómitos.

También hay que tener en cuenta que los síntomas dependen del tipo de angina que sea. Por ejemplo, una angina inestable es más intensa que una angina estable.

Clasificación según la gravedad de la angina

La angina de pecho se puede clasificar según lo grave que sea. Se suele dividir en cuatro grados:

Grado I

Aparece al realizar un esfuerzo intenso, muy rápido y prolongado.

Grado II

Suele aparecer, por ejemplo, al subir muchas escaleras o hacer una larga travesía.

Grado III

El dolor aparece al subir un piso o al caminar de forma normal.

Grado IV

Los síntomas aparecen al realizar cualquier tipo de actividad física.

Diagnóstico de la angina de pecho

Una vez pase el doloroso episodio, poco podrá un examen físico sacar un diagnóstico claro, a no ser que se trate de otra patología.

En cambio, durante el episodio es fácil diagnosticar la angina, ya que se aceleran las pulsaciones y el paciente está pálido.

Aun así, lo más importante es acudir al médico en cuanto sientas un dolor torácico o en el pecho, intentando acudir antes de que acabe el episodio.

¿Cómo saber si es una angina de pecho? Una vez acudas al médico, los exámenes más comunes suelen ser los siguientes:

Pruebas de laboratorio

Es común que se haga un examen de orina y una analítica de sangre, ya que mide la situación del riñón y los niveles de glucosa y del colesterol. Es imprescindible para diferenciar una angina de pecho de un infarto de miocardio.

Electrocardiograma (ECG)

Suele funcionar si se compara el electrocardiograma en reposo con un electrocardiograma durante un episodio de dolor.

Prueba de esfuerzo

También conocida como ergometría y se encarga de estudiar la respuesta del corazón al esfuerzo. En general aporta datos sobre cómo funciona el corazón del paciente.

Ecocardiograma de estrés

Se realiza una ecografía del corazón mientras está realizando un esfuerzo. Este esfuerzo suele provocarse por la administración de fármacos, por lo que suele solicitarse cuando hay alguna contraindicación para el resto de exámenes.

Pruebas de medicina nuclear

Se inyecta un material radioactivo que tiene que llegar al corazón. Sirve para dar una idea sobre la forma del corazón y las zonas con falta de riego. Suele realizarse junto a una prueba de esfuerzo.

Coronariografía

Es una prueba muy agresiva, por lo que se realiza en pacientes con angina crónica. Se introduce como solución un catéter por una arteria para inyectar un contraste y obtener así imágenes por rayos X de las arterias. Sirve para averiguar cualquier tipo de obstrucción coronaria.

Tratamiento para las anginas

En general, los tratamientos para las anginas tienen como objetivo mejorar la calidad de vida del paciente.

El primer paso es evitar factores de riesgo como el tabaquismo, el colesterol o el alcohol. También, el médico debe de asegurarse de que no hay otra enfermedad relacionada como la hipertensión arterial, el hipotiroidismo o alguna enfermedad pulmonar.

Es muy importante, por tanto, que el paciente entienda bien su patología. Debe de saber los esfuerzos que aumentan su malestar, para así evitarlos. Esto no significa que no tenga que hacer ejercicio moderado de forma diaria.

El médico también mandará algún tratamiento farmacológico para controlar las crisis de dolor. Lo más común suele ser la nitroglicerina, que consigue que llegue más flujo sanguíneo al corazón. El paciente debe tener muy claro su modo de empleo antes de empezar su terapia.

También suele mandarse el consumo de aspirinas, de estatinas, de betabloqueantes y de los IECA.

Aun así, el objetivo principal del tratamiento tiene que ser reestablecer el flujo sanguíneo, lo que se consigue mediante una revascularización miocárdica. Esto se suele hacer mediante la angioplastia coronaria transluminal percutánea (ACTP) o la cirugía con injerto venoso o arterial.

Hay que tener en cuenta que, si se trata de una angina inestable, el paciente tendrá que estar controlado de forma constante.

Pronóstico de las anginas

En general, el pronóstico depende de la gravedad de la angina, teniendo en cuenta cómo funcionan los ventrículos y las lesiones que haya podido ocasionar la falta de riego sanguíneo.

Aun así, un mal pronóstico puede conllevar lo siguiente:

• Si se afecta a la arteria coronaria izquierda el pronóstico será peor
• Mala función del ventrículo izquierdo
• Alteraciones del ritmo normal del corazón (arritmias)

En el caso de tratarse de una angina inestable, el paciente tendrá que ingresarse a menudo para evaluar constantemente cómo se va desarrollando.

Cómo prevenir la angina de pecho

Aunque una angina de pecho puede pasarle a cualquiera, hay ciertos factores que aumentan el riesgo. Por esta razón, estos consejos podrán ayudarte a evitar este molesto dolor en el corazón y sus consecuencias:

Ten una dieta sana

El exceso de colesterol malo afecta al estado de nuestras arterias, por lo que es muy importante llevar una dieta sana y variada, con la menor cantidad de grasas trans posibles.

Puedes probar también con estos remedios caseros del siguiente vídeo de Youtube:

Realiza ejercicio moderado a diario

Aunque el esfuerzo físico puede causar este dolor, no es buena idea dejar de hacer ejercicio. El ejercicio ayuda a llevar oxígeno al corazón, por lo que es de ayuda para fortalecerlo.

Evita el tabaco y el alcohol

El tabaco y el alcohol afectan notablemente al estado de nuestro corazón, por lo que es conveniente controlar su consumo para que este se mantenga sano y fuerte.

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